Madrid, 22 nov (EFE).- Cuatro años después de jugar su último partido con el Kielce el exjugador internacional español de balonmano Julen Aginagalde sigue siendo una leyenda en Polonia como atestiguó el emotivo homenaje que los aficionados del conjunto auriazul le rindieron en el retorno del "13" al Hala Legionow.
"Es increíble volver a Kielce. Siempre he dicho que aquí me siento como en casa. Guardo mucho cariño al club, a la ciudad y a los aficionados, que siempre me han tratado muy bien. Sólo tengo palabras de agradecimiento", señaló Aginagalde, actual director deportivo del Bidasoa Irún, que militó durante siete campañas.
Siete años de éxitos que tuvieron su punto culminante el 29 de mayo de 2016 cuando Aginagalde llevó al Kielce a la conquista de su primer y hasta ahora único título de campeón de Europa, tras anotar el lanzamiento decisivo en la tanda de penaltis contra el Veszprem húngaro.
Un desenlace que pocos o nadie hubiera podido imaginar a poco más de quince minutos para la conclusión del segundo tiempo el Kielce contaba con una desventaja de nueve goles (19-28) en el marcador.
Pero ni Julen Aginagalde, ni ninguno de los jugadores del también español Talant Dujshebaev, que sigue dirigiendo al conjunto polaco, estaba dispuesto a rendirse y tras una épica remontada lograron forzar la prórroga y la tanda de penaltis.
Un gol que convirtió al pivote español en un auténtico icono del Kielce del que Aginagalde se despidió en mayo de 2020, en plena pandemia de coronavirus, lo que impidió a los aficionados del conjunto polaco decir adiós en la pista a su héroe.
Circunstancia que hizo, todavía si cabe más emotivo, el retorno al Hala Legionow de Julen Aginagalde, que dos días antes había asistido en directo a la victoria (28-35) del Bidasoa en la pista del Chrobry Glogow polaco, que certificó la clasificación del conjunto irundarra para la ronda principal de la Liga Europea.
Una victoria con la que los jugadores del Kielce no pudieron homenajear al pivote español, tras caer el jueves por 31-35 ante el Pick Szeged húngaro en la octava jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Resultado que, sin embargo, no pudo deslucir el homenaje del Kielce al legendario "13", que entregó la museo del club la camiseta que vistió en la final de la Liga de Campeones del año 2016, en la que Julen Aginagalde con su inmortal penalti llevó al equipo polaco a lo más alto del balonmano continental.EFE