Málaga, 21 nov (EFE).- La tradicional rivalidad deportiva que mantienen Países Bajos y Alemania alcanza en esta ocasión al tenis, a la Copa Davis, en la que se enfrentarán este viernes con la final de la edición de 2024 como objetivo, algo sin precedentes para el cuadro 'oranje' y muy lejano para el germano, que no levanta un título desde que en 1993 ganó su tercer y último trofeo.
El combinado neerlandés, el que aceleró el pasado martes, en los cuartos de final, la retirada de Rafael Nadal, al imponerse a España gracias a Botic Van de Zandschulp y, sobre todo, al especialista en dobles Wesley Koolhof, que se retirará en cuanto acabe el torneo para Países Bajos, tiene a tiro firmar en Málaga la mejor actuación de su historia.
El conjunto que capitanea Paul Haarhuis, que ya ha igualado su mejor papel, las semifinales que alcanzó en 2001, tiene muy en contra los cara a cara con el combinado germano, que de siete duelos ha ganado seis. Aquella vez, hace veintitrés años, fue apartado de la final al caer con Francia.
El capitán de la selección neerlandesa, que cuenta con un gran apoyo en Málaga, tiene muy clara la estrategia. La dejó ver frente España, con Botic Van de Zandschulp como número dos, para abrir la serie, y Tallon Griekspoor como número uno. Después, la fe en el dobles que componen Van de Zandschulp y Koolhof, que dispone de un currículum lustroso, experiencia y un lugar en la parte alta del ránking.
“Sé que todavía tengo el nivel para seguir cinco o siete años más, pero no, es hora de hacer algo más. Tomé la decisión el año pasado, al final del año. Nunca dudé de ello. Nunca me he arrepentido hasta ahora”, apunta Koolhof, que quiere colgar la raqueta después de un gran éxito con su selección.
No le favorecen los números a Países Bajos ante Alemania, que ganó a Canadá, campeón hace dos años, en los cuartos de final. De momento, no parece acusar la sensible baja de su número uno, el segundo del mundo, Alexander Zverev, fuera del equipo, y es Jan Lennard Struff el que asume la responsabilidad y el liderazgo del conjunto germano.
Junto a Struff, figuran Daniel Atlmaier, Yannik Hanfmann, Kevin Kravietz y Tim Puetz. Los dos últimos conforman un dueto de garantías para el dobles que puede desnivelar la eliminatoria. Fueron los campeones hace una semana en Turín, en las Finales ATP.
Alemania aspira a alcanzar las semifinales por segunda vez desde que se introdujeron las fases finales en la Copa Davis en 2019. Esta es su quinta participación en un nuevo intento de revivir los momentos de gloria.
El cuadro gremano ha ganado tres títulos de la Copa Davis, el más reciente en 1993 cuando derrotó a Australia. También ganó en 1988 y 1989, cuando derrotó a Suecia en ambas ocasiones. Desde que se introdujo el formato actual en 2019, su mejor resultado es llegar a las semifinales en 2021, cuando perdió contra Rusia.
“Será increíble. Es un gran paso para nosotros pasar de cuartos a semifinales. Queremos ganar y llegar a la final ahora”, afirma Jan Lennard Struff, que se muestra prudente: "Países Bajos jugó una eliminatoria increíble. Esperamos un rival duro. Sabemos que los alemanes y los neerlandeses tienen cierta rivalidad y que tienen una afición increíble, así que lo espero con expectación”, añadió. EFE