València, 21 nov (EFE).- El triunfo de Valencia Basket este miércoles ante el Reyer Venecia, más allá de asegurar su liderato en la primera fase de grupos, le permite llegar a la segunda fase con el 'average' ganado a las italianas y al Praga, en una segunda ronda en la que se encontrará con el Casademont Zaragoza y el Fenerbahce, el gran rival a batir por la Final Four.
Con el nuevo formato de la Euroliga, los tres mejores equipos de su grupo, el D, se unen a los tres mejores del C. Ahora mismo, están clasificados, además de el Valencia, el Venecia, el Fenerbahce y el Zaragoza. El Praga tiene asegurada virtualmente su clasificación y falta que el Polkowice y el Villeneuve d'Asq se disputen la última plaza en la última jornada.
No obstante, el Valencia Basket llega ya con ventaja respecto a cuatro de sus cinco rivales, ya que los resultados de esta primera ronda se arrastran a la segunda y su balance de cuatro triunfos y una derrota sólo se ve mejorado por los impolutos resultados de Fenerbahce, con cinco victorias en otros tantos partidos.
Así, Valencia parte con ventaja de cara a esta segunda ronda en la que jugará, a ida y vuelta, ante el Zaragoza, el Fenerbahce, y el Polkowice o el Villeneuve d'Asq. Pero, además, ha conseguido ganar el 'average' al Venecia, al que derrotó por once tras perder como visitante por ocho, y a Praga, al que doblegó en los dos partidos.
Por ello, el objetivo de Valencia Basket para esta segunda ronda podría ser quedar entre los dos primeros de los seis del grupo, aunque el técnico valenciano, Rubén Burgos, comentó este miércoles al término del encuentro ante Venecia que ve todavía "muy lejos" hablar de que el objetivo sea ese.
Quedar entre los dos primeros de este segundo grupo de seis equipos le permitiría encarar una eliminatoria ante el primero (en caso de quedar segundo) o el segundo (en caso de liderar la segunda fase de grupos) y, de ganarla, iría directo a la Final Four.
A la par de esa eliminatoria, se produce otra, entre los terceros y cuartos equipos de los dos grupos. Los dos ganadores se enfrentan posteriormente a los perdedores de esas dos eliminatorias entre primeros y segundos, por lo que perder esa ronda exclusiva que da acceso directo a la Final Four no supondría quedar eliminado de la Euroliga, sino una ronda más para llegar a una Final Four que se ha convertido en la aspiración del equipo.
"Tenemos muy buen rollo, estamos muy comprometidas y eso hace que todas las jugadoras saquen su mejor versión", defendió Leti Romero, la gran protagonista del partido ante Venecia, y que explicó que aunque el primer objetivo de este miércoles "era ganar y eso era" lo que tenían "en mente", "cuando se dio, obviamente" querían luchar por el 'average', porque era "súper importante".
Más cauto, Rubén Burgos recalcó que están "en un buen balance", con cuatro triunfos y una derrota, mejor que Praga, Venecia, Zaragoza y el Polkowice polaco o el Villeneuve d'Asq francés, aunque pidió seguir focalizadas en el Uni Gyor cuando llegue.
"Si ya el anterior formato te pedía que cada día tenías que estar al 100 %, imagina este. Todos los resultados se arrastran así que vamos a un grupo súper exigente y veo muy lejos atacar el objetivo (del top dos)", dijo Burgos, que insistió en que el equipo no se relaja y que quiere "más". EFE
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