Madrid, 20 nov (EFE).- La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha lamentado este miércoles la incertidumbre sobre el impuesto a la banca, pendiente de si se aprueba o no mañana en el Congreso, y ha advertido de que si sale adelante como se está planteando puede fragmentar el mercado.
"No tenemos ni idea" de qué pasará al final con el impuesto a la banca, que el sector financiero rechaza de plano desde un primer momento por su impacto en el crecimiento económico, ha explicado Kindelán en una entrevista en el Canal 24 horas de TVE.
La máxima responsable de la patronal bancaria española ha afeado que no haya habido un "proceso transparente" sobre esta cuestión que dé confianza a los ciudadanos y también al mercado. "Necesitamos que nos digan el impacto" si va a haber un impuesto sobre los ingresos, ha dicho.
A modo de ejemplo, Kindelán ha expuesto que con los cambios de los últimos días, fruto de las negociaciones entre los distintos grupos parlamentarios, han hecho que a una entidad le suponía primero 400 millones de euros, luego cero y más tarde de 600 millones.
Más allá de las consecuencias que eso pueda tener en entidades cotizadas, la presidenta de la AEB ha insistido en que el impacto de un nuevo impuesto a la banca será sobre la capacidad del sector de financiar a familias y empresas, que cifran en 50.000 millones.
Kindelán ha vuelto a poner el foco en que el impuesto gravaría los ingresos de la entidad, sin tener en cuenta los costes que tiene o las provisiones que lleva a cabo, frente al impuesto de sociedades que el sector ya paga y se calcula en función de los resultados.
Ante la posibilidad de que se establezca un tipo impositivo diferente según el volumen de ingresos de cada banco, la presidenta de la patronal ha advertido de que puede fragmentar el mercado único porque se aplicaría de manera distinta según entidades e incluso comunidades autónomas.
Además, la máxima responsable de la AEB ha recordado que la banca ya destina un tercio de sus resultados al pago de impuestos y aunque los beneficios del sector, en términos absolutos, arrojen cifras "abultadas", hay que entender que se debe en buena medida a que España es sede de grandes bancos internacionales.
También ha vuelto a afear que se esté pensando en aprobar un impuesto adicional en un momento en el que muchas cosas han cambiando, pues los tipos de interés están bajando, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y el Banco de España piden que el sector esté fuerte y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca complicará un mundo ya fragmentado.
Europa tiene que crecer y necesita 800.000 millones de inversión para defensa, materias primas y tecnología, ha añadido Kindelán que, a renglón seguido, ha recordado que el 75 % de las necesidades de financiación en el Viejo Continente las cubre el sector bancario. EFE