Málaga, 20 nov (EFE).- El artista sudafricano William Kentridge ha llegado este miércoles al Museo Picasso de Málaga con su colosal danza contra la muerte, una pieza que seguramente "emocionaría" al propio artista malagueño, según el director artístico de la pinacoteca, Miguel López-Remiro.
'More sweetly play de dance' ('Tocad más dulcemente la danza') es una instalación videográfica con ocho proyectores y casi 40 metros de longitud, con dibujos en movimiento que muestran una procesión infinita de figuras y que podría emparentarse con el 'Guernica', por sus espectaculares dimensiones, el uso del blanco y negro y el tratamiento del drama.
En un vídeo grabado en su estudio de Johannesburgo, Kentridge recuerda que creó esta obra en 2015 con imágenes relacionadas con la epidemia de Ébola que azotó ese año África occidental, y por eso desfilan en esa procesión, entre otras figuras, personas vestidas con trajes de protección y otras que portan sus goteros.
"En 2020, cuando se proyectó esta obra, estábamos en la pandemia de covid por todo el mundo, de nuevo con la gente vestida con ropa protectora, y ahora, en 2024, hay ecos de personas desplazadas en el mundo, en Oriente Medio, Sudán o el Congo", añade el artista, Premio Princesa de Asturias de las Artes en 2017.
La pieza, apunta Kentridge, "tiene que ver con una danza de la muerte, la forma medieval en que la muerte era capaz de llevarse a todo el mundo, desde el papa al sacerdote, al emperador, al comerciante o al niño".
"Pero también", precisa el creador sudafricano, "es una danza contra la muerte, porque en la Edad Media existía la creencia de que, si llegaba la peste y seguías bailando, la peste saltaría por encima de tu pueblo y se iría al siguiente".
La música que acompaña a las proyecciones, interpretada por la Immanuel Essemblies Brass Band, "es un reconocimiento de la mortalidad y también una resistencia contra ese destino que se nos impone a todos", según Kentridge.
Por su parte, López-Remiro ha recordado que Kentridge ya expuso en 2018 en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y entonces abordó su relación con Picasso al instalarse su obra en el mismo espacio que el 'Guernica', con la que se relaciona por el uso del color negro o la alusión al drama.
En este caso, el uso del vídeo y la música por parte de un artista "caleidoscópico y multisensorial" como Kentridge posibilita un tipo de movimientos "que quizás Picasso también pretendía", por lo que el director del Museo se ha mostrado convencido de que al malagueño "esta pieza le habría emocionado".
La instalación pertenece a la Fundación Sorigué, que posee el conjunto de obras de Kentridge más importante en Europa, y que verá reconocida su labor con el Premio Arco al coleccionismo corporativo, según ha anunciado este miércoles su presidenta, Ana Vallés. EFE
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