León, 20 nov (EFE).- La Guardia Civil de León investiga a un hombre de 49 años como presunto autor de un delito contra la Seguridad Vial por conducir un autobús en el que transportaba a un equipo de rugby femenino bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ya que duplicaba la tasa máxima permitida para los profesionales del transporte de viajeros.
La Delegación del Gobierno ha informado de que los hechos tuvieron lugar el pasado domingo, cuando un autobús circulaba por la Autovía A-66 sentido Madrid trasladando a un equipo de rugby femenino con edades entre los 18 y 22 años, que se habían trasladado a León para disputar un partido de la liga femenina de primera división regional.
Dada la actitud incorrecta del conductor, las propias jugadoras se pusieron en contacto telefónico con varios de sus familiares comunicándoles la situación y la preocupación que tenían por sufrir un accidente, ya que sospechaban que pudiera conducir bajo la influencia de alguna sustancia por las maniobras que realizaba.
Las jugadoras trasladaron varias incidencias como distracción al volante, circular por el arcén y frenazos bruscos con los que estuvo a punto de colisionar por alcance con el consiguiente peligro de sufrir un accidente.
Y fueron los familiares a su vez, los que avisaron a la central de la Guardia Civil de Tráfico de León, que movilizó a varias patrullas en servicio para que comprobaran tal circunstancia, estableciendo para ello un dispositivo de control de ese vehículo que condujo a interceptar y detener el autobús sobre las 17:00 horas en un área de descanso de la A-66 en Ardón (León).
Posteriormente, se realizó al conductor la prueba de alcoholemia, que dio positivo, por lo que se procedió en ese momento a la inmovilización del vehículo y a la instrucción de diligencias penales como presunto autor de un delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Las deportistas tuvieron que esperar en el lugar durante unas dos horas acompañadas por tres patrullas de la Guardia Civil, hasta que la empresa de transporte gestionó otro autobús con otro chófer para poder así continuar el viaje con seguridad de vuelta hasta su lugar de procedencia.
Esta conducta al volante podría conllevar hasta mil euros de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses, con la trabajos en beneficio comunitario y, en cualquier caso, con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.EFE
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