Madrid, 20 nov (EFECOM).- El año que viene será de transición hacia coche eléctrico, gracias a nuevos modelos que van a ser más baratos y, a partir de 2026, se espera que se relance el mercado y empiece a crecer con mucha fuerza, según las conclusiones de una mesa de debate celebrada este miércoles en el Global Mobility Call 2024.
El responsable de Smart Mobility de Iberdrola, Jorge Muñoz, ha asegurado que la infraestructura de puntos de recarga está creciendo más rápido que el parque de vehículos y, en caso de su compañía, superan ya los 8.000, y responderá a la demanda que se genere en el futuro.
Se está anticipando la inversión en la infraestructura de recarga a la demanda, con muchos coches eléctricos en circulación, ha explicado un debate titulado "Impulsando el futuro eléctrico: soluciones en tiempos de incertidumbre".
La directora del área de Industria y Medioambiente de Anfac, Arancha Garcia Hermo, ha destacado que el sector sigue haciendo los deberes, "poniendo vehículos en el mercado con mejores prestaciones y en las condiciones que las economías de escala nos permiten en precio".
La directora general de Transporte por Carretera y Ferrocarril, Roser Obrer Marco, ha resaltado que el clima es "totalmente favorable para que los distintos actores involucrados trabajemos de la mano".
Ha asegurado que por parte de la Administración "estamos a disposición de todos los actores para poder trabajar y soslayar los problemas que están encima de la mesa".
El director de Proyectos Estratégicos de Movilidad Mobility ADO, Antonio García Pastor, ha señalado que el transporte público ha avanzado mucho estos años y hay conocimiento en cuanto a tecnología y ha valorado que las ayudas para empezar esa transición van por buen camino.
Todos los ponentes han coincidido en reconocer que sin esas ayudas al coche eléctrico, la transición va a ser difícil, pero que los precios poco a poco se van a hacer más asequibles, por lo que no se van a necesitar para siempre.
Según García, hay muchos avances en el transporte público urbano porque no recorre grandes distancias como ocurre con el interurbano, donde la transición podría venir de la mano del vehículo de pila de hidrógeno, con el que se está haciendo ya muchas pruebas piloto.
"Tenemos que conseguir una movilidad sostenible y que el transporte público tenga que crecer también en cuota y esto supone un reto a todos los niveles, de fabricación y de energía entre otros, pero es la única forma de conseguir los objetivos de descarbonización", ha agregado. EFECOM