Madrid, 19 nov (EFECOM).- Talgo, que se encuentra en proceso de negociación de la adquisición total o parcial de su capital por Sidenor, registró en los nueve primeros meses del año unos ingresos de 497,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 5,8 % respecto al mismo período de 2023.
Talgo ha destacado que sus ingresos "siguen registrando máximos históricos", impulsados por la actividad de fabricación de los principales proyectos, destacando los de DB (Alemania) y DSB (Dinamarca), actualmente inmersos en fases de fabricación y montaje en las que la inversión en capital circulante y el reconocimiento de costes son más intensos.
Sin embargo, el resultado bruto de explotación, ebitda, se redujo en un 7,8 %, hasta 57,7 millones de euros, lo que supone un margen del 11,6 %, 1,7 puntos porcentuales menos, según la información remitida por la compañía este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El beneficio neto fue de 6,7 millones de euros, "afectado principalmente por los gastos financieros, que siguen siendo elevados", ha señalado Talgo, sin aportar la cifra de ganancias registrada hace un año.
La compañía continúa sin definir el reparto de dividendos con cargo al presente ejercicio, en el que ha estado sujeta a la opa por la totalidad de su capital del grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon), que fue rechazado en agosto por el Gobierno, alegando riesgos "insalvables" para la protección de los intereses estratégicos de España.
La compañía espera que su deuda financiera neta crezca, debido a las necesidades operativas de fondos (proyectos de fabricación en curso), alcanzando un máximo en el ejercicio 2024, antes de estabilizarse en 2025 por debajo de 3,5 veces.
En el aspecto comercial, la cartera de pedidos alcanzó los 4.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2024, con el registro de unos nuevos en el período por valor de 228 millones (508 millones en octubre de 2024).
Los nuevos pedidos registrados en 2024 comprenden principalmente proyectos de mantenimiento, además de la fabricación adjudicado por ENR (Egipto) en 2022 que entró en vigor en octubre pasado, una vez cumplidas todas las condiciones precedentes del contrato.
Asimismo, Talgo identifica oportunidades comerciales en pedidos por 10.500 millones de euros, con Europa, Oriente Medio y el Norte de África como principales mercados geográficos en segmentos de larga distancia donde el fabricante español destaca los últimos avances tecnológicos para garantizar el mejor rendimiento para los operadores de todo el mundo.
Talgo se encuentra en proceso de negociación de la posible entrada del grupo industrial Sidenor en su accionariado con un porcentaje relevante del capital social, operación que ha recibido el respaldo de los inversores y de los gobiernos central y vasco.
Hoy mismo, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha afirmado que "es una posibilidad" la entrada del Gobierno en Talgo, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para acompañar a la siderúrgica vasca en la compra del fabricante de trenes.
Puente ha precisado que tanto el Gobierno Vasco, que ya lo ha manifestado, como el central "estamos para acompañar a Talgo en ese camino, en el que lo que está buscando es más capacidad industrial y una nueva composición accionarial que le dé también estabilidad de futuro".
Este nuevo asalto sobre Talgo se produce después de que el Gobierno rechazara la opa húngara y coincide, asimismo, con la tramitación por parte de Renfe de la reclamación de compensaciones económicas a Talgo por los retrasos en las entregas de los trenes Avril (S106) -que se iniciaron en abril pasado-, una vez agotada la fase de conciliación.
Renfe reclama a Talgo una compensación tanto por daños y perjuicios por los retrasos en las entregas de dichos trenes (que estima en 166,7 millones de euros) como por las incidencias que se han producido en las unidades puestas en circulación y las indemnizaciones que ha tenido que pagar a los usuarios afectados. EFECOM