Berlín, 19 nov (EFECOM).- La policía alemana disolvió este martes de manera definitiva la acampada contra la ampliación de la gigafactoría del fabricante estadounidense de coches eléctricos Tesla en la localidad alemana de Grünheide por infracciones de la ley que regula la libertad de reunión y por la comisión de delitos contra la seguridad y el orden público.
Las fuerzas del orden llevaban desde el lunes desalojando a los activistas de los árboles, después de que se negaran a abandonar temporalmente la acampada para tareas de búsqueda en el subsuelo de explosivos y munición antiguos.
Los manifestantes rechazaban irse porque consideraban la medida de la Policía una violación de su libertad de reunión.
"En relación con los trabajos de exploración previstos desde ayer por encargo del municipio de Grünheide, la operación policial continuó también hoy. Ya ayer se registraron múltiples violaciones masivas de las condiciones, que continuaron hasta hoy, así como infracciones penales", indica la Policía del estado federado de Brandeburgo en un comunicado.
Asegura haber intentado, como en meses anteriores, seguir permitiendo la 'Asamblea para la protección del bosque' y el mantenimiento del campamento a cambio de una serie de condiciones, pero añade que no ha visto "muestras de voluntad de cooperación" ni por parte de los organizadores ni de los participantes de la acampada.
En consecuencia, la asamblea fue disuelta esta mañana, aunque algunos activistas resistían en las estructuras construidas en los árboles, por lo que continuaba la operación policial de desalojo.
"La decisión es definitiva y también inmediata", confirmó en declaraciones a la cadena regional rbb la portavoz de la Policía, Beate Kardels.
El Ayuntamiento de Grünheide quiere examinar la zona boscosa, en la que se encuentra en parte el campamento de protesta, en busca de antigua munición.
Según la Policía, para ello debe desalojarse una zona de exploración -de 5.000 metros cuadrados- y un radio de seguridad de 50 metros.
Los activistas, sin embargo, consideran desproporcionado el desalojo y peligroso, debido a la actual lluvia, por lo que reaccionaron indignados y con incomprensión.
"Definitivamente es una provocación y una escalada más para nuestra protesta y para nuestra resistencia", consideró una activista en declaraciones a rbb.
Los ecologistas llevan desde finales de febrero con su ocupación del bosque en protesta contra la ampliación de la única fábrica con la que cuenta Tesla en Europa.
Entre otras cosas, se oponen a la construcción de una estación de trenes de mercancías para el fabricante de automóviles en un terreno vecino, para el que habrá que volver a talar árboles.
La búsqueda de explosivos y munición antigua en el terreno afectado está en marcha desde el verano. EFECOM