Madrid, 19 nov (EFE).- España es líder en reutilización del agua residual tratada en la UE, agua que acaba en los ríos una vez reciclada, pero también es el país europeo con mayor desproporción entre los cauces fluviales ordinarios y los de crecida, por lo que el sector requiere más inversión.
El porcentaje medio de agua residual tratada y reutilizada según la Asociación Española de Desalación y Reutilización oscila entre el 7 y 13 %, aunque la Región de Murcia ha llegado a alcanzar el 90 %.
Son datos superiores a la media europea, que Eurostat cifra en menos del 3 % y que un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada achaca a que la reutilización de agua "sigue siendo muy limitada e incluso inexistente en muchos países de la UE".
En España, el agua reciclada se destina a diferentes usos como el riego de cultivos, el mantenimiento de campos de golf o el baldeo y limpieza de calles, aunque el portavoz de Aqualia Alberto García asegura a EFE que en el futuro podrá emplearse también de manera generalizada para consumo humano, si bien "habría que vencer argumentos mentales" en contra.
Aprovechando el Día Mundial del Retrete que hoy se conmemora, García apunta que, en los últimos años, "se ha producido un cambio de paradigma en el saneamiento de aguas residuales" porque la tecnología actual, en lugar de limitarse a purificar el recurso y devolverlo al medio natural, "permite extraer del agua usada elementos de alto valor añadido como bioplásticos o biofertilizantes, y también biogás" que puede cubrir las necesidades energéticas de las propias EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales).
En todo caso, el saneamiento es hoy día un servicio "muy poco valorado", apunta el jefe de Relaciones con los Medios de esta compañía especializada en la gestión del ciclo integral del agua, porque "apenas hay interrupciones en el suministro y porque se da por hecho al vivir en un núcleo urbano".
La ciudadanía, lamenta García, "no conoce bien el ciclo del agua y de hecho ignora toda la infraestructura" en sus calles para garantizar este servicio fundamental, con "un doble sistema de tuberías, para el agua limpia y para el agua usada", conformando una red de "miles y miles de kilómetros en cada ciudad".
Es un "servicio que prácticamente no falla" y que suele considerarse "un derecho 'per se' incluido en el 'pack ciudad', ya que al comprar o alquilar una casa, se da por sentado".
Entidades del sector como el Foro de la Economía del Agua han instado a extremar la resiliencia del sistema de saneamiento para garantizar su eficacia y accesibilidad, dado que está "cada vez más expuesto a fenómenos meteorológicos extremos, para garantizar la salud pública y ambiental", según Estanislao Arana, su director académico.
Los planes de gestión de riesgo de inundaciones 2022-2027 identifican 664 EDAR dentro de los puntos de interés en zonas inundables, un área en riesgo que pasado de 19.900 a 25.000 kilómetros cuadrados respecto a los planes anteriores, ha añadido.
Todo ello requiere más financiación y también un cambio de gobernanza como el propuesto por el "think tank" Oikos: una Autoridad Nacional del Agua que ordene y supervise la gestión hídrica que, de acuerdo con sus informes, arrastra un déficit anual de 3.000 millones de euros en inversiones.
El Día Mundial del Retrete fue instaurado por las Naciones unidas en 2013 como llamamiento permanente para afrontar el problema de los 3.500 millones de personas que asegura viven sin servicios de saneamiento gestionados de manera segura "a causa de los conflictos, el cambio climático, los desastres y la falta de cuidado".
Las estimaciones de la ONU cifran en al menos 419 millones las personas que defecan al aire libre, lo que agrava el problema: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el saneamiento deficitario incrementa enfermedades como la diarrea que provocan 280.000 muertes anuales.
Este año, esta jornada lleva el lema 'El retrete, un lugar para la paz', para ayudar en la concienciación. EFE