Bakú, 18 nov (EFECOM).- La organización ecologista Greenpeace presentó hoy en el marco de la COP29 de Bakú una propuesta para implementar un impuesto global a las grandes empresas petroleras y gasísticas para financiar los costes de los crecientes desastres climáticos extremos a través del fondo de pérdidas y daños de la ONU.
"Mientras las gigantes del petróleo y el gas siguen acumulando niveles grotescos de ganancias explotando recursos, los daños provocados por las operaciones de esta industria recaen desproporcionadamente en personas que no causaron esta crisis", declaró en un comunicado el director de la organización coautora del análisis Stamp Out Poverty (Erradicar la pobreza), David Hillman.
La iniciativa incluye un impuesto inicial a las grandes compañías de combustibles fósiles de 5 dólares (aproximadamente 4,74 euros al tipo de cambio actual) por tonelada de CO2 liberada, que se incrementaría gradualmente y que serviría para recaudar miles de millones de dólares en el horizonte de 2030.
"Un impuesto por daños climáticos, junto con otros gravámenes sobre los combustibles fósiles y sectores de alta emisión, hará que los contaminadores paguen por el coste de los impactos climáticos, además de apoyar a los trabajadores y comunidades afectadas en la transición hacia energías limpias, empleos sostenibles y transporte", agregó Hillman.
Según los cálculos de Greenpeace y de Stamp Out Poverty, introducir esa tasa en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) podría recaudar unos 900.000 millones de dólares (unos 853.500 millones de euros). EFECOM