El CGPJ apunta a un nuevo bloqueo con la elección de las presidencias de Sala del Supremo

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Madrid, 17 dic (EFE).- La elección de las cuatro presidencias de Sala del Tribunal Supremo amenaza con bloquear el Consejo General del Poder Judicial por el rechazo que generan las favoritas de los progresistas, Ana Ferrer y Pilar Teso, entre los conservadores, a expensas de la interpretación y aplicación de la Ley de Paridad.

Se da la circunstancia de que Teso y Ferrer fueron las aspirantes del bloque progresista a presidir el órgano de gobierno de los jueces cuya negociación con los conservadores desembocó en un bloqueo total dado que estos rechazaban una y otra vez sendas candidaturas, lo que obligó a buscar una aspirante de consenso, Isabel Perelló, que de inicio no aparecía en ninguna de las quinielas para la presidencia.

Así las cosas, fuentes jurídicas consultadas por EFE dan por hecho que la situación previsiblemente se vaya a repetir porque para los conservadores siguen siendo perfiles que no gustan y que ven próximas a Moncloa, más aun cuando este grupo cierra filas con sus candidatos.

Por eso, avisan de que todo apunta a un nuevo bloqueo sin una salida previsible, incluso reconociendo que aun no se han sentado a negociar, lo que aboca a los actuales presidentes de la Salas a seguir en funciones, con la salvedad de Manuel Marchena que será sustituido en funciones por Andrés Martínez Arrieta en Penal.

Precisamente para presidir la Sala de lo Penal, Ferrer tiene enfrente a Martínez Arrieta, el magistrado más antiguo del Supremo y número 1 del escalafón. Su nombre genera consenso como reconocimiento a su carrera y por tratarse de una figura de prestigio, que está ya en sus últimos años de carrera.

Ahora bien, las fuentes explican que la elección no va de reconocimiento a una trayectoria sino de proyecto y ahí Ferrer tiene más recorrido puesto que a Arrieta le quedan poco más de dos años para su jubilación (abril de 2027) y este factor, dicen, cuenta, porque los mandatos de cinco años son para cumplirlos íntegramente.

Igual ocurre en la Sala de lo Contencioso. El candidato de los conservadores es Pablo Lucas, al que le restan menos de dos años para su jubilación (julio 2026) mientras que Teso, de 64 años y que ha aspirado ya dos veces a presidir el CGPJ y una su propia Sala, tiene aun años por delante en el tribunal para desarrollar un proyecto.

Visto así, los progresistas priorizan las candidaturas de Teso y Ferrer para presidir las salas más determinantes del Supremo en detrimento de Concepción Ureste, que se enfrenta a Juan Molins para la presidencia de la Sala de lo Social. En cuanto a la Sala de lo Civil, Ignacio Sancho es el único aspirante.

Las fuentes dejan claro que no se puede dudar del excelente perfil de todas las candidaturas, puesto que se tratan de magistrados y magistradas del Supremo, lo que acredita ya de por sí sus méritos y capacidades.

Por eso, la clave para desencallar la situación reside en la interpretación y aplicación de la ley de paridad, de la que la Comisión de Igualdad ya ha emitido un primer informe que propone aplicar la ley al conjunto de las cuatro presidencias de Sala del Supremo, de manera que resulten elegidos dos hombres y dos mujeres, cumpliendo la previsión de que las personas de cada sexo no superen el sesenta por ciento ni sean menos del cuarenta por ciento.

Ahora bien, este estudio no guarda relación con el informe del Gabinete Técnico encargado por Perelló sobre cómo se debe cumplir con la regla de paridad en los nombramientos de la cúpula judicial.

Las fuentes indican que ya lo tiene sobre la mesa y que su contenido solo lo conoce ella, si bien precisan que sea cual sea su sentido, no debería desconocer el informe de Igualdad, puesto que se trata de la comisión más competente para informar de ello. EFE

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