Barcelona, 16 nov (EFE).- Unos 200 familiares de víctimas y combatientes de la batalla del Ebro han asistido este sábado a una ceremonia de recuerdo en el Memorial de les Camposines, en la Fatarella (Tarragona).
El conseller de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, Ramon Espadaler, ha participado en el acto en recuerdo de las víctimas, en una conmemoración que se celebra cada año en el citado Memorial.
En total, en ese espacio hay 1.909 placas con nombres de víctimas y combatientes de la batalla del Ebro, 90 de las cuales se han añadido en esta jornada.
En el acto de hoy se han leído en voz alta los nombres de las víctimas y los familiares de las personas recordadas han hecho una ofrenda floral.
Este año y gracias a las investigaciones de la Dirección General de Memoria Democrática y a las nuevas altas en el censo de personas desaparecidas, se han añadido 90 nombres de combatientes en dos nuevas placas.
Entre los nombres incluidos destacan los hermanos Salvador y Sebastià Puig Aspero, de Sant Adrià de Besòs, y Jaume y Quim Soler Codina, de Sant Feliu de Llobregat, fallecidos durante la batalla del Ebro.
También se han incluido algunos nombres de personas llegadas de fuera de Cataluña, como el caso de Jack Freeman, un joven de Brooklyn (Nueva York), que falleció con 20 años en un combate en la zona, o el de Vicente Colás Tomás, llegado desde Teruel.
Espadaler ha considerado que "la reparación es un deber democrático, recordar las heridas íntimamente es importe pero este legado ha de continuar también en el espacio público y en las nuevas generaciones", para afirmar que la democracia "hay que defenderla cada día".
El Memorial de les Camposines es un espacio de duelo y dignificación de todos los combatientes que perdieron la vida en la batalla del Ebro, sin distinciones ideológicas o de ejército, que fue construido el año 2005 sobre una antigua trinchera de la batalla del Ebro emulando un búnquer.
Les Camposines fue el lugar de paso entre la orilla del río Ebro y la primera línea del frente republicano durante la batalla, y fue ocupado en noviembre de 1938 por el ejército franquista.
En solo 115 días, entre el 25 de julio y el 16 de noviembre de 1938, la batalla del Ebro arruinó pueblos y campos y se estima que dejó un balance de más de 30.000 muertos, 75.000 heridos y 15.000 prisioneros. EFE.