El letrado del presunto agresor con una patada a Samuel Luiz: "Estar no implica una participación"

Guardar

La defensa de Kaio A.S.C., el joven al que se le atribuye la agresión con una patada a Samuel Luiz en el primer momento de los hechos, ha manifestado que "estar no implica una participación" para descartar que agrediese a la víctima, que impidiese que escapase o que alguien le auxiliase. "Es una deducción", ha afirmado en respuesta a los planteamientos de las acusaciones.

Así, en la última jornada del juicio, en la Audiencia Provincial de A Coruña, su abogado ha rechazado que sea un ataque "grupal". "No son una manada, ni cazadores de judíos, es demagogia", ha replicado a la exposición de las acusaciones en la jornada del jueves.

En la suya, ha apuntado a contradicciones entre lo expuesto por un testigo que aseguró que le vio cargando la pierna derecha frente a lo trasladado por un policía que aseguró que era la izquierda. "Uno -- ha dicho sobre un agente -- admite que no ve dónde impacta".

Y es que este letrado insistió en que nadie vio que su cliente alcanzase con la patada a Samuel Luiz. También ha cuestionado, frente a los policías, que por cargar la pierna de esa forma para dar una patada no pudiese desestabilizarse su cliente. Los agentes lo descartaron y concluyeron que sí la pudo dar.

"No lanzó ninguna patada", ha aseverado en base al testimonio que, dijo, le ha dado su defendido en estos años. "No creo que esté engañando", ha apostillado para incidir en que a Kaio si se le ve en el núcleo del grupo agresor es porque "separó para quitar a sus amigos".

"Es lo que dijo hace tres años y hace dos y el mismo día en los calabozos", ha relatado sobre la jornada del miércoles en la que declaró, al optar por hacerlo al final del juicio.

"TONTO", PERO "SINCERO"

Respecto al robo del móvil de Samuel que se le imputa, ha asegurado que puede ser "un chorizo" y "tonto" tras admitir el propio Kaio en el juicio que había robado teléfonos y que los vendía.

"Es un ladrón", ha expuesto también su abogado para ver, no obstante, como una muestra de "sinceridad", que su cliente reconociese, en el juicio, que en otras ocasiones se apropió de móviles. Del de la víctima, el acusado dijo que no supo que era de Samuel hasta que lo escuchó por las noticias.

Las acusaciones piden para él penas que suman 27 años de cárcel por delito de asesinato con ensañamiento y alevosía y por robo con violencia, en relación al móvil de la víctima. Su defensa solicita absolución y mantiene solo condena por un delito contra el patrimonio por el teléfono.

Guardar