Madrid, 15 nov (EFE).- En los últimos años se ha ido demostrando que los neandertales tenían una serie de habilidades que al principio solo se atribuían al 'Homo sapiens'. Ahora, una nueva investigación ha descubierto, en una cueva de Gibraltar, una estructura creada hace unos 60.000 años por ese grupo extinto para producir brea de forma controlada.
El hallazgo se ha producido en la Cueva de Vanguard (Gibraltar), que forma parte del complejo de Cuevas de Gorham, reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO desde 2016.
Este conjunto ha vuelto a demostrar que es capaz de preservar "auténticas instantáneas" de las actividades humanas del pasado debido al rápido avance de una duna que fue sellando sus restos, explica un comunicado de la Universidad de Sevilla, que participa en el estudio.
En el estudio han trabajado 31 investigadores de más de 5 países, especialistas en 15 disciplinas distintas, como paleobónatica, arqueología, icnólogía, geoquímica y mineralogía.
Todas las culturas, por muy primitivas que sean, han usado pegamentos, resinas y breas obtenidas de distintas plantas debido a sus propiedades mecánicas o medicinales, y los neandertales no fueron una excepción.
Esta especie utilizaba de forma común la brea o pez de abedul como adhesivo para enmangar piezas líticas e incluso como masticables, posiblemente medicinales. Sin embargo, no se sabía cómo podían obtenerla.
Los trabajos teóricos distinguen dos métodos: uno simple y poco productivo, por combustión al aire libre de las cortezas de abedul, y otro más complejo que requiere el calentamiento anóxico de los trozos de abedul. Es decir, mediante trozos de madera enterrados que se calentaban con un fuego para que exuden la resina y no puedan arder al quedar aislados del oxígeno.
Si utilizaban un método u otro tiene grandes implicaciones sobre su capacidad cognitiva, porque el más complejo requiere de un importante grado de organización y práctica.
Este estudio describe una estructura que es compatible con los estudios teóricos de calentamiento anóxico. Parece un simple hoyo y esa sencillez posiblemente haya hecho que no fuera identificada anteriormente, apunta la universidad.
Para Fernando Muñiz, profesor del departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla, "nuestros primos extintos no eran los humanos embrutecidos de la imaginación popular".
"Se ha demostrado que tenían habilidades cognitivas, como refleja la investigación realizada, que muestra el dominio de procesos industriales para fabricar resina como adhesivo para fijar las puntas de piedra a los mangos de las lanzas".
El director de la excavación, Clive Finlayson, añade que los neandertales tuvieron que pasar por una serie de procesos de pensamiento, elegir qué plantas seleccionar y descubrir cómo extraer resina sin quemarlas.
Para demostrar que la estructura creada por estos era viable se desarrollaron metodologías e, incluso, se completó un ejercicio de arqueología experimental.
Por los indicios geoquímicos y de polen fósil obtenidos se ha interpretado que la resina se obtenía a partir de jaras pringosas ('cistus ladanifer') en lugar de abedul, un árbol más raro en latitudes mediterráneas de la época.
Es conocido que hasta el pasado siglo XX de las jaras se obtenía aceite de ládano para ser usado como perfume, jarabe para la tos o como antiséptico con un método muy similar al descrito en el estudio, publicado en la revista Quaternary Science Reviews.
El proyecto, liderado por el Museo de Gibraltar, la Universidad de Murcia y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC), y con la participación de la Universidad de Sevilla, establece un precedente en la comprensión de la capacidad tecnológica y organizativa de los neandertales, según sus responsables. EFE