Tarragona, 14 nov. (EFE). El paso de la dana por la provincia de Tarragona se notó especialmente ayer miércoles por la tarde y noche en las localidades de Ulldecona y Alcanar, en la comarca del Montsià, que retoman este jueves la normalidad después del susto de ver ayer sus calles anegadas de agua por el desbordamiento de rieras y barrancos.
En Ulldecona, las lluvias torrenciales dejaron en el núcleo de Els Valentins hasta 122,1 litros por metro cuadrado y los caminos rurales han quedado muy perjudicados, así como algún bajo en el que entró agua.
"Ahora todo está controlado y estamos volviendo a la normalidad y haciendo balance de los daños, que son muy cuantiosos", ha explicado la alcaldesa del municipios, Núria Ventura.
"No es la primera vez y estábamos preparados", asegura Ventura, que destaca que "por suerte" no hay que lamentar daños personales.
La carretera TV-3322, a la altura de Ulldecona, ha reabierto esta mañana tras permanecer cerrada al tráfico desde ayer por inundaciones.
En Alcanar, donde cayeron 22,9 l/m² en solo 10 minutos, Protección Civil envió por la noche un mensaje de alerta al teléfono móvil de los vecinos pidiéndoles que subieran a los pisos superiores y no saliesen a la calle ante la virulencia de la lluvia.
"La dana ha vuelto a Alcanar, donde ya pasa de forma reiterada: en cinco años, 2018, 2021 y 2023, hemos sufrido tres catástrofes naturales", recuerda su alcalde, Joan Roig.
Esta vez, el desbordamiento de barrancos arrastró fango y piedras hasta el municipio, que la brigada municipal se afanó por limpiar para que los ciudadanos saliesen esta mañana a la calle y todo estuviese "con aspecto de normalidad".
"Los daños han sido solo materiales", señala Roig. Solo el conductor de un vehículo tuvo que ser rescatado al quedar atrapado en la carretera N-340, aunque se encuentra bien.
"Hemos vivido esta dana con mucha preocupación. Nos sentimos rehenes del azar, de la suerte, ahora cae aquí o en Málaga, pero la semana pasada fue en València. Para salir de este paradigma de inseguridad al que estamos sometidos los pueblos del arco mediterráneo hay que empezar a tomar medidas preventivas, y para eso necesitamos recursos técnicos y económicos", concluye Roig. EFE
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