El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de prisión permanente revisable impuesta a una mujer y a su pareja que --en 2021 en Zaragoza-- asesinaron con alevosía y ensañamiento a la hija de dos años de ella, a la que maltrataban de forma habitual.
Los magistrados han desestimado los recursos de casación que presentaron ambos acusados contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Aragón de confirmar la condena acordada por un tribunal del jurado de la Audiencia Provincial.
Así, el Supremo ratifica también la indemnización, conjunta y solidaria, que se les impuso por importe de 280.000 euros --50.000 al padre de la niña, 50.000 a la abuela y 90.000 a cada uno de sus dos hermanos--.
El alto tribunal ha rechazado la tesis que defendían la mujer y su pareja de que la sentencia del TSJ no aclaraba quién de los dos era el autor material de la lesión que causó la muerte de la menor.
En la resolución, recogida por Europa Press, la Sala de lo Penal contesta que los hechos probados describen de forma clara que hubo una "actuación conjunta y concertada de ambos condenados como causal de la muerte".
101 LESIONES EXTERNAS
Según los hechos probados, la mujer y su compañero sentimental golpeaban de forma persistente y habitual a la menor en el domicilio familiar en Zaragoza en el que vivían con los dos hermanos de la niña.
Como consecuencia de algunos de estos golpes, se le produjo una rotura duodenal que le causó a la menor una peritonitis que requería asistencia médica inmediata por un claro riesgo vital.
En la sentencia consta que los dos condenados decidieron no avisar a los servicios médicos de urgencias ni siquiera cuando la menor se estaba quedando inmóvil y no podía mantener la cabeza erguida. Ante el estado de la niña, decidieron pedir ayuda a los vecinos, que intentaron reanimarla. Cuando llegaron los servicios sanitarios, tras realizar maniobras de reanimación, solo pudieron constatar que había fallecido.
La niña murió el 21 de enero de 2021 como consecuencia "directa y fundamental" de que los dos condenados no habían avisado con urgencia a los servicios médicos para que trataran la peritonitis aguda que sufrió tras sufrir una rotura duodenal 48 horas antes de su muerte, según los hechos probados. Además de esta rotura duodenal, se detectaron en la víctima hasta 101 lesiones externas por todo su cuerpo, recientes y antiguas.
Los dos condenados retrasaron el aviso a los servicios médicos y maltrataron a la niña durante las 48 horas previas a su fallecimiento, propiciando "un aumento deliberado e innecesario del dolor" de la menor durante esos dos días.