Madrid, 14 nov (EFE).- Mantener una empresa en la España vacía, en la parte del país por la que no pasa la economía, es difícil, más incluso si el futuro de la empresa depende de los hijos o de las hijas. Este es el conflicto sobre el que se construye el documental 'El año el relevo', desde este jueves en plataformas.
Laura Jou (Barcelona, 1969) estrenó hace unos meses 'En caída libre', la historia de una despótica entrenadora de gimnasia profesional, y estrena ahora un proyecto totalmente distinto, este documental que se alimenta de las realidades de dos familias que han prosperado en el sector primario gracias a sus negocios ganaderos.
Los artífices de ambas empresas necesitan que sus hijos (familia Corominas) o sus hijas (familia Serentill) tomen las riendas porque se han jubilado o están a punto de hacerlo. De lo que decidan depende no sólo la contabilidad, sino, sobre todo, una forma de subsistencia.
Neus y Alba Serentill optaron por seguir el duro trabajo de su padre en un mundo de hombres, lo que evidentemente no les ha evitado problemas, pero Pol Toro Corominas no tiene tan claro que deba coger el legado.
Así va avanzando este documental que es reivindicación de lo rural y de la naturaleza, y reivindicación de un modo de vida basado en comidas familiares al aire libre y en amistades forjadas en pueblos.
En conversación con EFE, Jou destaca que "en 2030 más del 40% de los ganaderos que hay en España en la actualidad estarán jubilados, así que si no hay relevo generacional", el país lo tendrá "mal". Es la economía que da de comer.
A su juicio, muchos jóvenes se mantienen alejados del campo "por desconocimiento y por prejuicios", derivados de la creencia de que el éxito económico habita en la ciudad.
Cambiará el panorama, según sus palabras, porque la vida en la urbe quizá aporta más inconvenientes que ventajas, como que "los alquileres están cada vez más caros". "Espero que este documental sea una chispa de esperanza para que los jóvenes vean que no sólo en el mundo urbano está nuestra forma de vida", zanja.
Jou, que es también profesora de interpretación, tuvo claro desde que asumió el proyecto de 'El año del relevo' que no haría un documental informativo, sino que recurriría a "situaciones" reales de los propios protagonistas para ir confeccionando la narrativa.
Así que el Pol de 'El año del relevo' es el mismo Pol Toro que habla este martes con EFE. Los conflictos que se ven son sus confictos; lo siguen siendo.
Cuenta que el trabajo de su padre, empresario cárnico, es "muy duro", toda una vida entregado a él, y que eso impone. Aún sigue meditando qué hacer, aunque va sumando certezas: "Si lo llevo, lo plantearé de otra forma porque valoro mi tiempo, que ha de ser también para mí, no sólo para el negocio", reflexiona.
En 'El año del relevo' se define así: "Un niño jugando a ser adulto, un niño perdido que está buscando cómo tomar las riendas de su vida".
La familia como presión para decidir qué hacer con la empresa que montaron los padres, pero también la familia como protección para cuidar a los hijos. De ambas visiones proviene también este documental.
"En el campo se cuida mucho el vínculo familiar, con los amigos. Las mujeres Serentill conocen a las mujeres del pueblo, se ayudan. Los amigos del pueblo de Pol quieren los mejor para él. Esto es una red social, una red social buena", sentencia la directora. EFE
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