Carlos Alberto Fernández
Vigo, 13 nov (EFE).- El profesor Ehud Keinan, presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) y padre de la computadora biológica, se ha mostrado convencido de que "las nuevas tecnologías" salvarán a la humanidad, lo que le permite encarar con optimismo el futuro a pesar de desconocer cuál será la solución tecnológica que resolverá la cuestión.
El químico israelí ha participado este miércoles en el XXVIII Encontro Galego-Portugués de Química, en el que ha conversado con EFE antes de impartir la conferencia plenaria de apertura sobre energía verde.
Keinan ofrece "una visión muy optimista del futuro de la humanidad" y afirma: "Nos enfrentamos a seis problemas generales: energía, materias primas, aire, agua, alimentos y salud".
"Son problemas muy difíciles de resolver con lo que sabemos hoy, con las tecnologías actuales, pero que se resolverán con las tecnologías futuras. Y esa es la razón por la que soy extremadamente optimista sobre el futuro de la humanidad", sostiene.
El catedrático de Química en el Instituto Tecnológico de Israel Technion de Haifa contradice a la gente que "se manifiesta en las calles diciendo que este es el fin del mundo y que todos vamos a morir, que habla del cambio climático, de que los glaciares se van a derretir y de que todo va a ser malo".
El defiende "justo lo contrario", la idea de que la humanidad va a "tener un futuro brillante".
Se apoya en cuatro razones, un cóctel que le permite trasladar una versión optimista.
La primera de ellas es la "imprevisibilidad" de la ciencia, a la que suma "la explosión de conocimiento en el mundo" y la interconexión de la sociedad ahora que "todos tenemos teléfonos móviles y todos estamos en internet; todos conectados", comenta.
"Somos ocho mil millones de personas conectadas. Es como las neuronas de la célula, del cerebro, todas están conectadas. La gente está conectada", proclama.
A esas tres razones suma un cuarto elemento: "La dignidad personal y la libertad humana" que otorgan a los científicos "la libertad, particularmente en los países democráticos, de crear nuevas tecnologías".
"Y las nuevas tecnologías nos salvarán", concluye, convencido, aunque sin capacidad para resolver todavía el enigma: "No sabemos qué tecnologías, porque la ciencia es impredecible y no sabemos qué vendrá, pero sabemos que esta tecnología resolverá los problemas".
Insiste Keinan en que, además, la ciencia aportará la solución "de una manera inusual, de una manera brillante".
Precisa que los seis problemas que menciona "son problemas de química y, por tanto, cada solución implicará a la química como el componente principal".
Para él, la inteligencia artificial forma "parte del juego, pero es una herramienta".
"Necesitamos poder usarla adecuadamente y hay algunos peligros con eso", advierte antes de recomendar "ser cuidadosos" con la inteligencia artificial, sin restarle potencial porque, recuerda, "dos premios Nobel, de física y química, fueron otorgados a la IA este año". EFE
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