A Coruña, 13 nov (EFE).- Kaio Amaral Silva, uno de los acusados del crimen del joven Samuel Luiz, ha asegurado que nunca tocó a la víctima "ni para quitarle el teléfono ni para pegarle" y ha limitado su actuación a separar a los implicados.
La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este miércoles una nueva sesión del proceso contra cinco adultos para el caso de la muerte de Samuel Luiz la madrugada del 3 de julio de 2021 frente a la playa de Riazor, en una zona de ocio nocturno, en el que las acusaciones piden penas de entre 22 y 27 años de prisión.
Kaio Amaral Silva, que ha pedido declarar al término del juicio, ha respondido a la preguntas de todas las partes sobre su participación en los hechos, en los que las acusaciones piden la pena máxima al implicarlo también con el robo con fuerza del móvil de la víctima.
Se ha declarado "inocente del asesinato de Samuel" y ha manifestado que al resto de acusados "los consideraba" sus amigos.
Según su versión, escuchó gritos y se acercó al lugar donde se produjo la primera agresión, donde se quedó "flipando" al ver "a dos personas con Samuel en el suelo", que eran los también acusados Diego Montaña y Alejandro Freire 'Yumba', a los que dice que separó.
"'Yumba' estaba con la espalda en el suelo y lo tenía agarrado", ha dicho, y ha agregado que a continuación la también acusada Catherine 'Katy' Silva se llevó a Diego Montaña del lugar y Samuel Luiz se levantó, aunque entonces "llegó uno de los menores y le pegó en la cabeza".
Él volvió al lugar donde empezó la agresión, vio un teléfono tirado en el suelo -de la víctima-, lo recogió y lo apagó.
"Nunca toqué a Samuel ni para quitarle el teléfono ni para pegarle", ha asegurado, y ha negado la patada que la Policía Nacional ve que pega en las imágenes de vídeo de la agresión.
A partir de ahí -ha declarado- siempre estuvo al menos a 20 metros de Samuel Luiz, a quien siguen Diego, 'Yumba' y los menores "con actitud agresiva" hasta que la víctima cayó desplomada mientras él les recriminaba "que parasen", si bien ha alegado que sus entonces amigos no llegaron a golpear más porque se lo impedía uno de los ciudadanos senegaleses que lo auxiliaron.
Ya fuera del lugar, le mostró el teléfono de Samuel Luiz a otro amigo al que "ya le había vendido cosas robadas", pero como no se lo quedó, luego lo desmontó en casa para venderlo por piezas y al final lo tiró a la basura, aunque sin saber de quién era.
Esa noche, Diego Montaña le dijo "que tuvo un problema con un gay o algo así", observó a 'Katy' "enfadada" y también vio a 'Yumba' "bastante arrepentido de lo que había hecho".
El acusado ha llorado al relatar que después de lo ocurrido su madre y un amigo de ella fueron a buscarlo al trabajo: "Me dice que está muy preocupada, que está mi foto en todos lados y que nos fuéramos a casa", ha agregado.
Sobre el amigo de su madre ha dicho que fue quien tuvo la idea de subir un mensaje en redes sociales en el que se exculpa de lo ocurrido y que también lo llevó de nuevo al punto de la agresión para ver si había cámaras.
En cuanto a las consecuencias, ha dicho que ha perdido su trabajo y a su pareja: "Me ha partido la vida. Tres años preso", ha concluido entre lágrimas. EFE
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