Madrid, 13 nov (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este miércoles que en una próxima reunión bilateral pedirá a Francia que limite a los "imprescindibles" los controles que ha reforzado en sus fronteras y que están afectando a la libre circulación de ciudadanos entre ambos países.
Así ha respondido Fernando Grande-Marlaska al diputado del PNV Mikel Legarda que le ha preguntado en la sesión de control al Gobierno del Pleno del Congreso cuáles son las "graves amenazas y actividades terroristas de alto nivel" que alega el Estado francés para reforzar los controles de sus fronteras con España.
Legarda le ha preguntado también qué instrumentos de cooperación va a ofertar España al Gobierno francés para que su actuación policial en la frontera en la comarca vasca del Bidasoa se adecue al principio de proporcionalidad "y no perjudique tan gravemente la vida socioeconómica" de la zona.
Ha comentado que "miles de personas desarrollan su vida indistintamente a ambos lados del Bidasoa y los controles policiales franceses en la frontera afectan a los tránsitos diarios laborales, educativos, residenciales, de ocio y de todo tipo".
"Estamos en permanente diálogo con las autoridades francesas al objeto de que esos controles sean absolutamente imprescindibles y proporcionales", ha asegurado el ministro.
Y ha añadido que está en conversaciones con su homólogo francés y que próximamente se celebrará una reunión bilateral en la que este asunto será uno de sus objetivos prioritarios para "garantizar la libre deambulación de los ciudadanos".
Grande-Marlaska ha recordado que "no es España la que ha introducido esos controles internos" y que solo lo hizo en dos ocasiones "por razones obvias, con ocasión de la cumbre de la OTAN en Madrid y el covid".
Ha recalcado que "el Gobierno es un absoluto defensor del espacio Schengen, parte esencial de la vida cotidiana de tantos y tantos europeos, y España fue de los pocos que manifestó su oposición a la reforma última del Código de Fronteras".
El ministro ha explicado que la reforma amplió la posibilidad de acordar controles internos, con comunicación a la Comisión Europea, no solo por razones de seguridad en materia de terrorismo sino también de criminalidad organizada y dentro de ella también de redes de tráfico ilegal de personas o relacionadas con la inmigración irregular.
Ha aclarado que los controles "en esos casos han sido instalados no solo por Francia sino también por Alemania, Austria, Holanda o Eslovenia".
"Estamos preocupados y en todos los consejos Schengen manifestamos que el control desde el punto de vista de su legitimidad por parte de la Comisión Europea tiene que ser cada día más efectivo porque afecta al corazón de la misma", ha asegurado el titular de Interior.
Por ello ha mantenido que la voluntad del Gobierno español es "seguir articulando los medios necesarios para que esos controles internos en el marco de la Unión Europea sean la excepción, lo que hoy desgraciadamente quizás no es la realidad". EFE