Granada, 13 nov (EFE).- Un estudio internacional en el que ha colaborado el Instituto Andaluz de Astrofísica (IAA-CSIC), con sede en Granada, ha permitido captar por primera vez la señal de un sistema binario de agujeros negros masivos interactuando con una nube de gas.
Según informa el Instituto Andaluz de Astrofísica, en los últimos años, el número de instalaciones capaces de monitorizar todo el cielo y medir la variación de brillo de las estrellas y otros objetos astronómicos ha aumentado considerablemente.
Esto ha permitido detectar más casos de objetos cuyo comportamiento no sigue los patrones habituales, dando lugar a fenómenos inusuales conocidos como eventos transitorios nucleares exóticos.
El estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, arroja luz sobre la naturaleza de uno de estos peculiares eventos, llamado AT 2021hdr, y cuyo comportamiento puede explicarse como un sistema binario de agujeros negros supermasivos acretando una nube de gas.
Según los investigadores, AT 2021hdr solía mostrar una luminosidad constante, hasta que a mediados de 2021 comenzó a revelar algo extraño: "De repente, su brillo aumentaba de forma repentina, produciendo picos que variaban con el tiempo, como si oscilara".
Estas fluctuaciones fueron detectadas por el proyecto astronómico ZTF (Zwicky Transient Facility) y el Observatorio Swift de la NASA.
"Creemos que una nube de gas envolvió a los agujeros negros. A medida que orbitan entre sí, los agujeros negros interactúan con la nube, perturbando y consumiendo su gas, lo que produce un patrón oscilante en la luz del sistema", según Lorena Hernández-García, investigadora del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS) y el Núcleo Milenio de Investigación y Tecnología Transversal para Explorar Agujeros Negros Supermasivos (TITANS), que lidera el trabajo.
La contribución del IAA-CSIC en la espectroscopía óptica –técnica que permite analizar la luz que emiten los objetos celestes– ha sido clave en este estudio, porque gracias a los datos tomados con el instrumento ALFOSC del Instituto Andaluz de Astrofísica se ha podido confirmar que esta fuente se encuentra en una galaxia de tipo Seyfert 1, conocidas por su núcleo muy activo y brillante, apunta la investigadora Josefa Masegosa.
"Aunque el brillo de esta galaxia varía mucho con el tiempo, las líneas espectrales –huellas de diferentes elementos químicos en su luz– se mantienen estables", señala. Esta estabilidad permite descartar que se trate de una galaxia "changing-look", que es aquella que cambia drásticamente su apariencia y comportamiento en períodos de tiempo relativamente cortos. EFE