El exjefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional Marcelino Martín Blas ha señalado este martes en el Congreso que se quedó "pasmado" al tener conocimiento de que hubo superiores suyos como Eugenio Pino --entonces DAO-- o el comisario jubilado José Manuel Villarejo que llevaron a cabo presuntamente actuaciones irregulares contra políticos catalanes y contra Podemos durante la etapa del Gobierno de Mariano Rajoy.
Martín Blas ha vuelto a comparecer en el Congreso, en este caso en la comisión de investigación de la llamada 'Operación Cataluña', para denunciar las presuntas maniobras que le perjudicaron a él.
"A la vista de lo que sé ahora, lo que tengo claro es que han hecho un Proyecto Barna o de Operación Cataluña y al mismo tiempo me han echado la culpa a mí", ha comentado Martín Blas, citando en este punto a la dirigente del PP catalán Alicia Sánchez Camacho y las investigaciones iniciales sobre la familia de Jordi Pujol.
El exjefe de Asuntos Internos ha reconociendo que no sabría decir ni aportar datos de si existió una "brigada política" bajo la orden del Ministerio del Interior que dirigía Jorge Fernández Díaz.
"No lo sé; lo que sí le puedo decir es que yo no formaba parte de ninguna policía patriótica, ni brigada patriótica, ni nada parecido", ha contestado Marcelino Martín Blas a preguntas del PP, después de asegurar que se quedó "pasmado" por algunas de las maniobras que realizaron sus superiores y otros mandos policiales para perjudicarle cuando era jefe de Asuntos Internos entre 2012 y 2015 y, posteriormente, cuando investigó el caso del Pequeño Nicolás.
Martín Blas se ha referido constantemente a las agendas y grabaciones de Villarejo, el comisario jubilado que fue detenido por graves delitos de corrupción, y los grupos políticos le han agradecido que aportara a la comisión de investigación del Congreso documentación para el posterior análisis.
"Fíjense la que me han liado", ha continuado Martín Blas, lamentando que haya sido imputado en causas como 'Kitchen' o relación con las presuntas coacciones a directivos de la Banca Privada Andorrana, asuntos con los que, según él, no tuvo nada que ver. "No intervine para nada", ha enfatizado.
INTROMISIÓN DE LA POLICÍA CONTRA PODEMOS
Martín Blas, que ya está jubilado de la Policía, ha reiterado en varias ocasiones que su función como compareciente en el Congreso era "aportar datos y no dar una opinión", eludiendo comentar afirmaciones como la de la diputada Martina Velarde, de Podemos, que ha censurado al exjuez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón por "su muy particular y corrupta forma de trabajar".
El exjefe de Asuntos Internos ha asegurado que él "no" tuvo conocimiento directo de ninguna actividad ilegal contra Podemos, remontándose a su etapa en esta unidad entre 2012 y 2014.
"Después, con el tiempo, me han llegado denuncias y me han llegado documentos que sí indican que hubo alguna intromisión de la Policía en cuanto a la actividad de Podemos o estaban interesados en lo de Podemos", ha indicado Martín Blas, remitiéndose a la denuncia de Nervis Gerardo Villalobos Cárdenas, el exviceministro de Energía en Venezuela.
El exjefe de Asuntos Internos se ha remontado a sus comienzos en esta unidad situando al entonces DAO, Eugenio Pino, como la persona que pudo maniobrar en su contra. "Me mosqueó", ha dicho, relatando un viaje suyo para hablar con un fiscal de Barcelona sobre presunta corrupción que afectaba a políticos catalanes junto con otro comisario, José Luis Olivera.
Durante la comparecencia, el PSOE se ha centrado en destacar las alusiones del compareciente a una decisión hace años para enviar a prisión a un detenido tomada por el juez Juan Carlos Peinado --que instruye ahora la causa contra Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno-- o por referencias a la Fundación FAES.
Desde Sumar, Gerardo Pisarello se ha preguntado cuándo se va llevar a cabo un "proceso de limpieza y de democratización profunda en el Ministerio del Interior, en el CNI y en el Poder Judicial", según él para que "se deje de utilizar el Estado contra la ciudadanía que no puede protegerse y conjurar el peligro cierto que corre hoy nuestra democracia".