Almería, 12 nov (EFE).- La Sección Tercera de la Audiencia de Almería ha acogido este martes la vista oral contra un hombre que se enfrenta a penas que suman 19 años de cárcel por agredir sexualmente, golpear y amenazar a una menor con la que mantuvo una relación, que tuvo que abortar en dos ocasiones.
La calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso EFE, sostiene que el procesado mantuvo entre julio de 2017 y marzo de 2018 una relación de pareja con la víctima, que en ese momento tenía 15 años, y que en esos nueve meses tuvo una actitud "agresiva y de continua intimidación" hacia la menor, a la que habría sometido a agresiones físicas, con escupitajos, empujones o agarrones de los pechos.
Asevera asimismo que la controlaba y no permitía que saludase a otros chicos, y que la obligaba a mandarle fotos de donde estaba y con quien si no se encontraba con ella, prohibiéndole además que tuviese amigas sin pareja y controlando sus conversaciones de WhatsApp.
Además, subraya que entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 agredió sexualmente a la víctima, que tuvo que acudir en dos ocasiones a una clínica abortiva, el 26 de enero y el 14 de febrero de 2018.
También indica el fiscal que la forzó a tener sexo oral al asegurarle que la dejaría si no lo hacía, o que buscaría a su hermana para que hiciese ese "trabajo".
Tras concretar otras presuntas agresiones sexuales, el fiscal añade que en octubre de 2017 le habría propinado un "fuerte guantazo" durante una discusión y que el 1 de junio de 2019, cuando ya no eran pareja, le manifestó que iba a ir a por ella, que la tenía vigilada y que iba a estar con él "por las buenas o por las malas".
Por estos presuntos hechos, el fiscal acusa al procesado por un delito de violencia física y psíquica habitual en el ámbito de la violencia de género, por el que pide 3 años de prisión; 14 años de cárcel por un delito de agresión sexual con penetración continuado a menor de 16 años; 12 meses de prisión por un delito de maltrato de obra, y 12 meses más por un delito de amenazas; englobando estos dos últimos en el ámbito de la violencia sobre la mujer.
A su vez reclama diferentes órdenes de alejamiento y medidas como la libertad vigilada, y el pago de una indemnización de 30.000 euros por los daños morales ocasionados a la víctima.
El procesado ha negado en el juicio que le dijese que la iba a matar, que la insultase o golpease, a lo que ha añadido que tampoco es cierto que controlase su forma de vestir o en sus relaciones y en su vida cotidiana, y ha señalado que desconocía que hubiese estado en tratamiento psicológico.
El acusado, que tenía 24 años cuando comenzó la relación con la víctima, ha afirmado además que sólo se enteró de que la chica había abortado al "tiempo de pasar todo eso", cuando la chica entró en un centro de menor.
Por su parte, la víctima ha reiterado la declaración que ya realizó durante la fase de instrucción, en la que daba cuenta de unos presuntos hechos que la Fiscalía recoge en su escrito de acusación. EFE
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