Sumar y sus aliados mantienen posiciones divergentes respecto a la propuesta de cambiar el nombre de la coalición dentro de la remodelación del grupo parlamentario. IU lo ha propuesto abiertamente y formaciones como Chunta y Més lo apoyarían pese a que no es su prioridad.
En el caso de Compromís, se desvincula de ese debate aunque lo respaldaría si hay consenso y los 'comunes' directamente lo rechazan, como ayer hizo la formación creada por Yolanda Díaz.
La formación que lidera Antonio Maíllo planteó formalmente la vía de cambiar la designación del grupo para que no coincida con el partido Sumar. Mediante una resolución del Consejo Federal de IU de la semana pasada, sostiene que es un "error y "problema político" confundir "el todo por la parte" en esta alianza electoral de formaciones progresistas.
Frente a ello, la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, descartó abrir ese debate y replicó a IU que esto no está ahora encima de la mesa, que hay que volcarse en gobernar y gestionar los efectos de la DANA, dado que no están sumidos en ningún proceso electoral. "Los debates nominales solo interesan para adentro", zanjó ayer.
VIDAL PIDE DEBATIR CON DISCRECIÓN Y NO HACERLO A TRAVÉS DE LA PRENSA
Por su parte, la dirigente de los 'comunes' y portavoz adjunta en el Congreso, Aina Vidal, ha rechazado hoy la opción de cambiar la denominación del grupo parlamentario como plantea IU. "No compartimos el cambio de nombre", ha remachado cuestionada en rueda de prensa al respecto en el Congreso.
Es más, ha reclamado que en un espacio "tan plural" como es Sumar es importante gestionar los debates internos de forma cuidadosa en vez de mandarse mensajes a través de la prensa, como pasaba anteriormente en el marco de su espacio político.
COMPROMÍS DISTANTE: RESPALDARÍA CAMBIAR EL NOMBRE SI HAY CONSENSO
Mientras, la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó, ha vuelto a desvincularse de la vida orgánica de Sumar, al enfatizar que solo son socios electorales, y que aunque no están para este tipo de cuestiones por los efectos de la DANA, su formación no tendría problemas en cambiar la marca si hay consenso para ello dentro del grupo parlamentario.
"Compromís seguimos siendo un partido independiente que tenemos relaciones con los otros partidos del grupo parlamentario, pero que no nos implicamos ni en la mesa de partidos ni en las relaciones que vayan más allá del día a día del grupo. En todo caso, si es una cuestión que puede solucionar determinadas demandas y que puede generar consenso, ningún problema con el cambio de nombre", ha expuesto la parlamentaria.
Por su parte, fuentes de la Chunta aragonesista indican que el cambio de nombre de la coalición no es una de sus prioridades políticas, pero aseguran que si se plantea en el marco de la dirección del grupo la formación lo apoyará. Una posición idéntica a la de Més per Mallorca.
SE DAN DE PLAZO HASTA EL DÍA 19 PARA REORGANIZAR TODO EL GRUPO
Respecto a la remodelación del organigrama en el Congreso, el secretario general del grupo, Txema Guijarro, ha señalado que aún trabajan para cerrar todo el proceso para el que se han dado de plazo hasta el próximo martes 19 de noviembre. De todas maneras, espera que incluso antes pueda estar definido, si no en su totalidad, al menos el grueso de puestos del grupo en portavocías de comisión y algunas presidencias de estos órganos parlamentarios.
También ha recordado que la nueva portavoz parlamentaria de Sumar, Verónica Martínez Barbero, asumirá sus funciones a partir de este jueves y le ha agradecido dar este "paso valiente", que ha suscitado el apoyo de las distintas organizaciones del grupo.
Entre las incógnitas que tiene ese proceso está la cuestión de si hay cambios en la terna de portavocías adjuntas que ahora están asignadas a 'Comunes', Compromís y la Chunta.
Desde esta última formación dejan claro que no piensan renunciar a mantener esa portavocía adjunta, dado que ya asumieron que no iban a estar en el Ejecutivo. Así, fuentes del grupo señalan que desde IU quería una de esas portavocías, aunque desde la formación recalcan que no están en cálculos de reparto de puestos y que su afán es que el espacio se dote de mecanismos democráticos de toma de decisiones.