Madrid, 12 nov (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a un guardia civil que abatió de dos disparos el 27 de septiembre de 2020 a un joven esquizofrénico de 29 años que iba amenazando con dos navajas por la calle en el municipio de Manzanares El Real al considerar que actuó en legítima defensa cuando la víctima se abalanzó sobre él empuñándolas.
En una sentencia, la Audiencia absuelve al agente, para el que en el juicio la fiscal solicitó que fuera condenado a 3.600 euros de multa por un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave y al pago de una indemnización de 182.668 euros a los familiares del fallecido, con responsabilidad civil subsidiaria del Estado.
Por su parte, la abogada de la acusación particular, ejercida por los padres y los dos hermanos del fallecido, estimó que el guardia civil cometió un delito doloso de lesiones agravadas por uso de arma en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave por el que pidió que fuera condenado a cinco años de prisión.
El tribunal explica que la víctima padecía esquizofrenia paranoide y en el momento de los hechos atravesaba un episodio de descompensación de su enfermedad, de tal forma que gritaba en medio de la calle, amenazaba con sendas navajas de seis centímetros de hoja que portaba en sus manos, y profería expresiones como "hijos de puta, fuera de aquí, os voy a matar" y "voy a morir matando policías".
Añade que de manera escalonada fueron llegando al lugar diversas patrullas de la Guardia Civil que iniciaron un operativo compuesto por doce agentes, "un número que guardaba relación con el estado de gran nerviosismo" del joven, al que conminaron sin éxito a deponer su actitud.
La resolución relata que después de que los agentes intentaran durante una media hora reducirle de forma pacífica, en un momento dado rompió el cerco policial y salió corriendo perseguido a pie por el acusado y varios agentes más.
Agrega que dos de estos agentes efectuaron hasta cuatro disparos disuasorios al aire "que no sirvieron para que el hombre modificara su actitud sino que más bien acrecentaron su nerviosismo y agitación".
"Acto seguido la víctima volvió a efectuar un giro brusco y acometió al acusado empuñando las navajas con intención de atacar con ellas y en ese momento en defensa de su integridad física el agente efectuó desde una distancia aproximada de un metro y medio, y en posición frontal respecto al fallecido, dos disparos seguidos", indica.
Trasladado al Hospital La Paz de Madrid el joven falleció dos días más tarde por el sangrado masivo que le provocó la rotura de la arteria por una de las balas.
Los magistrados entienden que en este caso concurre la aplicación de la circunstancia eximente completa de legítima defensa que debe llevar a absolver al guardia civil. EFE