Vitoria, 10 nov (EFE).- El lehendakari, Imanol Pradales, ha reivindicado este domingo una "memoria no revanchista, crítica y autocrítica" que supere los relatos "autojustificativos y autocomplacientes", que no contenga "discriminaciones ni olvidos", y que tenga como objetivo que "el infierno" no se repita.
Pradales ha presidido el acto organizado por el Instituto Vasco de la Memoria, Gogora, con motivo de la conmemoración del Día de la Memoria, elegido por las instituciones vascas por ser el único en el calendario en el que ETA no asesinó a ninguna persona.
En su intervención, el lehendakari ha recordado el sufrimiento de los ciudadanos vascos y ha explicado que en Euskadi de alguna manera todos sus habitantes conocen a alguien que vivió "el acoso, la extorsión, la tortura, las amenazas y la violencia".
Se ha remitido a su infancia para recordar su primer contacto con una víctima de la violencia policial, y a su juventud, durante la que ha relatado que "fin de semana sí y fin de semana también se repetía la misma estampa: decenas de encapuchados con cócteles molotov, dándole fuego a todo lo que se les ponía por delante".
"Todo aquello era parte del paisaje. Nos dolía. Nos daba muchísima rabia. Nos producía impotencia. Era parte de la triste rutina de muchos sábados", ha asegurado el lehendakari, quien también ha rememorado hechos "muchos más graves, con personas que ya no están, que fueron secuestradas, o que tuvieron que vivir con terror durante muchos años de sus vidas".
Pradales ha reconocido también la "reacción espontánea y sincera" de la gran mayoría de la sociedad vasca contra la violencia y ha defendido que la jornada de hoy debe servir para "recordar, transmitir y socializar" para que "ese infierno" no se repita.
"Debemos construir la memoria sobre principios y valores éticos y democráticos. Debemos construir sobre la verdad. Una memoria sincera, clara y justa. A la altura del padecimiento tras tantos años de terror, injusticia y dolor. Una memoria completa, sin discriminaciones ni olvidos. Una memoria no revanchista, crítica y autocrítica que supere los relatos autojustificativos y autocomplacientes", ha planteado.
Ha señalado además que las instituciones tienen una obligación especial hacia los más jóvenes, hacia los adolescentes que no vivieron el terrorismo. "Quisiera interpelarles, despertar su curiosidad, sus ganas de aprender. Su futuro depende también de que no repitan los mismos errores del pasado. La memoria no es solo pasado es también futuro", ha advertido.
Por su parte, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, que ha tenido un recuerdo para las victimas de la dana y para los voluntarios que trabajan en Valencia, ha insistido en el empeño en convertir la memoria de las víctimas del terrorismo y la de las de "violencia policial ilícita" en el referente de un futuro en paz basado en "la libertad, la tolerancia, la justicia y el respeto al pluralismo".
Ha reivindicado una memoria sustentada en el "rigor histórico" y alejada de "imprecisiones, medias verdades o invenciones intencionadas" y que no tenga la "tentación de ocultar, esconder o silenciar aquello que más duele recordar".
La consejera ha defendido el recuerdo de "todas las víctimas sin excepción", entre las que ha citado "a las del terror de ETA, a las provocadas por la violencia criminal del GAL, del Batallón Vasco-Español y de otros grupos violentos, así como a las del abuso policial".
San José ha respaldado de manera especial el papel de quienes "decidieron renunciar a caminar al ritmo que pretendía imponer el miedo y romper la espiral del silencio".
"Personas que decidieron mirar a la cara a las víctimas, mostrarles su cercanía. Una mirada capaz de transmitir un poco de calor humano. Pequeños gestos que hoy nos pueden parecer insignificantes, pero que en aquel momento suponían un bálsamo para un dolor tantas veces incomprendido e ignorado", ha recordado.
El acto se ha desarrollado en el Palacio Villasuso de Vitoria y en él se han escuchado también testimonios grabados de víctimas. EFE
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