Madrid, 10 nov (EFE).- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tomará esta semana una decisión sobre el análisis de la fusión que el BBVA quiere llevar a cabo con el Banco Sabadell si prospera la oferta lanzada a los accionistas de la entidad catalana.
La primera fase de análisis de la operación está a punto de terminar, con lo que la CNMC tiene que pronunciarse en estos días y aclarar si concluye ya su estudio o si considera que requiere un análisis más detallado, lo que se traduce en una segunda fase.
La mayoría de las operaciones que estudia la CNMC se aprueban en la primera fase, como sucedió con la fusión de CaixaBank y Bankia, que dio lugar al mayor grupo financiero de España, aunque ello implique cumplir una serie de condiciones para garantizar la competencia.
Desde un primer momento, la cúpula del BBVA ha expresado su confianza en que la operación consiga el visto bueno de Competencia en esa fase inicial. En palabras del consejero delegado del banco, Onur Genç, esperamos que no vea " ningún problema".
El consejero delegado del BBVA cree que la fusión de CaixaBank y Bankia, que dio lugar a un grupo mayor que el que crearían el BBVA y el Sabadell, es un precedente claro para que la CNMC apruebe la operación en la fase primera, al margen de que han estudiado la posible fusión y no ven problemas de competencia.
El Sabadell, sin embargo, siempre ha insistido en la conveniencia de que el análisis de la CNMC vaya más allá e incluya una segunda fase.
El consejero delegado de la entidad, César González-Bueno recordó en una entrevista con EFE que ha habido "un nivel de acuerdo sin precedentes" en el que sindicatos, empresarios, comunidades autónomas y "todo el arco político" han considerado que esta operación plantea problemas de competencia.
Esta semana se sabrá finalmente qué camino escoge la CNMC y algunas fuentes apuntan incluso a una tercera posibilidad en la que Competencia decidiera ampliar la fase inicial antes de resolver.
En paralelo, la oferta del BBVA a los accionistas del Sabadell sigue pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados de Valores, que es clave para aprobar el folleto de la opa y que el banco pueda salir adelante con sus planes de compra.
En este caso, la duda está en si el supervisor bursátil decide esperar a conocer la opinión de Competencia sobre la fusión, lo que podría demorarse más allá de la primera quincena de noviembre si la CNMC amplía el plazo de análisis.
Una vez superados todos estos escollos, la idea del BBVA es ofrecer a los accionistas del Sabadell el pago de 0,29 euros en efectivo y entregar una acción nueva por cada 5,019 del Sabadell, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre.
Y en el caso de que la opa prosperara, porque más el 50 % de los accionistas del Sabadell decidieran vender sus títulos al BBVA, lo que permitiría tomar el control de la entidad catalana, quedaría pendiente la fusión en el grupo BBVA, que el Gobierno rechaza de plano desde el primer minuto.
En cuanto a la posibilidad de que el Ejecutivo, en última instancia, impida que el BBVA se fusione con el Sabadell, el consejero delegado Genç restó importancia al asunto en un encuentro con inversores, ya que, si prospera la opa, el grupo tendría igualmente el control de la entidad catalana. EFE