Miguel Álvarez
A Coruña, 9 nov (EFE).- Las acusaciones han estrechado el cerco a lo largo de las últimas tres semanas en torno a los cinco adultos implicados en el crimen de Samuel Luiz cuando el proceso llega a su recta final.
La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge desde el pasado 16 de octubre el juicio, con jurado popular, por el crimen que segó la vida del joven de 24 años, de origen brasileño, la madrugada del 3 de julio de 2021 en A Coruña, frente a la playa de Riazor, en una zona de ocio nocturno.
A Samuel Luiz lo persiguieron a lo largo del paseo marítimo y lo agredieron en cuatro ubicaciones, el primero muy cerca de una cámara, si bien las imágenes son cada vez menos nítidas a lo largo de la paliza según escapa la víctima y la siguen los agresores.
Son cinco los acusados que se enfrentan a peticiones de penas de entre 22 y 27 años de prisión -hay otros dos menores ya condenados- y el jurado ya ha podido ver casi toda la prueba propuesta, por lo que conoce los puntos a favor y en contra de cada uno de ellos.
El informe final de las dos autopsias realizadas concluye que se trató de "una muerte por golpes múltiples en el contexto de una agresión", sin "ningún foco contusivo ni ningún foco hemorrágico concreto" que pueda explicar el fallecimiento por sí mismo.
Esto significa, según defienden las acusaciones en base al dictamen de los forenses, que toda aquella persona que haya dado alguno de los golpes o haya contribuido a estos impactos al evitar alguna posibilidad de defensa, es autora del asesinato, con alevosía y ensañamiento.
Los forenses también han apuntado a una gran lucha por la vida de Samuel Luiz, cuyo corazón se paró al menos seis veces tras la agresión y con un último intento de reanimación que se prolongó durante 90 minutos, si bien los golpes le habían provocado la muerte cerebral.
Diego Montaña es quien inició la agresión, con un claro odio hacia el colectivo LGTBI según las acusaciones, y se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel, al añadir la circunstancia agravante de discriminación por orientación sexual.
Su defensa reconoce que fue quien inició todo y su expareja, la también acusada Catherine Silva, con la que había discutido previamente en un local de ocio nocturno, declaró que lo hizo al grito de "te voy a matar, maricón".
Nadie ha discutido hasta ahora estos hechos, si bien su abogado mantiene que luego no continuó con los golpes y sostiene que su participación se diluyó al mismo tiempo que el grupo agresor se alejaba de las cámaras, por lo que argumenta que no causó la muerte de Samuel Luiz e introduce, además, el consumo de alcohol y drogas en su estado aquella noche.
Catherine 'Katy' Silva era pareja del anterior y se enfrenta a una pena también de 25 años de cárcel porque las acusaciones también ven homofobia, si bien está en libertad provisional desde es el momento de los hechos.
No hay ninguna duda de que ella separó a la amiga de Samuel que intentaba defenderlo, pero las acusaciones y la Policía Nacional aseguran que lo hizo con un empujón para evitar su defensa y garantizar el resultado de la agresión, de la que creen que también fue instigadora.
Ella alegó, no obstante, que lo hizo porque la amiga estaba encima de Diego Montaña, por lo que su idea era posteriormente apartarlo también a él, pero aclaró que no pudo por una cuestión de fuerza.
Tras la brutal paliza, se mostró molesta con el que entonces era su novio, al que incluso abofeteó en público, pero al momento "ya se estaban dando abracitos", según otro amigo.
El jurado tendrá que determinar cuál fue su intención en esos momentos y también su supuesta homofobia, para lo que llevó al juicio a una amiga transexual que apuntó a la buena relación entre ambas.
Kaio Amaral Silva se enfrenta a la mayor de las peticiones de pena, con 27 años, al sumar a sus cargos el robo del móvil de Samuel, que él mismo confesó a la Policía en una de las dos ocasiones en las que declaró de forma voluntaria para delatar a sus amigos, en concreto a Diego, a Katy, a Yumba y a uno de los menores, antes de ser detenido.
Cuando declaró, mintió sobre su ropa, lo que para la Policía significa que no quiso que pudieran ubicarlo en las imágenes de las cámaras, pues él mismo volvió a la zona para comprobar si los habían grabado; su abogado lo vincula con una confusión.
El vídeo de la paliza muestra su llegada, a la carrera, al punto donde estaba la víctima en el suelo y tanto un amigo suyo allí presente como la Policía aseguran que lanza una patada con fuerza, aunque nadie es capaz de ver dónde impacta.
El amigo, que en fases anteriores del proceso había visto la patada, en el juicio dijo que justo se giró cuando iba a impactar y la Policía afirma que, dada la violencia, tuvo que golpear en alguien pues, de lo contrario, Kaio se habría caído al suelo y como ninguna persona refiere haber recibido ese golpe, el impacto tuvo que ser necesariamente a Samuel.
Alejandro Freire 'Yumba' se enfrenta a 22 años de cárcel y es quien supuestamente derribó a Samuel Luiz con un 'mataleón' tras los primeros golpes de Diego Montaña.
Su participación en los instantes iniciales está fuera de duda, pero su defensa también apunta a que pudo no participar en las sucesivas persecuciones y agresiones.
En todo caso, su defensa se basa en el consumo de alcohol y drogas que, unidos a un diagnóstico de un psiquiatra contratado por él, supuestamente lo llevaron a tener "distorsionadas" sus capacidades, según relató el facultativo.
Alejandro Míguez también se enfrenta a 22 años de prisión y es, junto a 'Katy', el único que están en libertad provisional, si bien él pasó algo más de un mes en la cárcel.
No se reconoció en las imágenes y dijo que estuvo en todo momento a distancia, pero la Policía Nacional lo ubica en todo momento en el núcleo de la agresión, incluso lo acusa de iniciar la persecución en un momento por delante del resto de acusados.
Un amigo afirmó que le dijo "no pude hacer nada porque me agarró un negro", por lo que las acusaciones consideran que intentó agredir e, incluso, al enzarzarse con este ciudadano senegalés que defendía a Samuel, impidió que este frenase ataques del resto de los acusados.
La Policía ve que en un momento entra en la agresión y sale despedido, lo que vincula a un posible golpe, aunque no ha habido nadie que haya apuntado a ningún tipo de contacto entre él y la víctima durante aquellos minutos.
Varios agentes de la Policía Nacional explicaron al jurado qué ven en las imágenes de las cámaras, que no tienen una gran resolución, tras su visionado y al componer el puzle de todos los testimonios recabados.
En los vídeos ubican en todo momento a cada uno de los cinco acusados -aunque las defensas creen que podrían ser otras personas- con una comparativa entre su vestimenta dentro del pub en el que estaban, donde las cámaras tienen gran resolución, y luego lo que se ve ya en la calle.
Al seguir a cada uno de ellos en cada visionado y con los testimonios, expusieron al jurado la conclusión de la investigación sobre el grado de participación exacto y el papel de cada uno en cada instante, por lo que la Policía sostiene que todos son autores de los hechos.
Solo hay dos muestras de ADN de los acusados: el rostro de Samuel Luiz tiene restos de Diego Montaña y los fragmentos de una botella que se rompió durante la agresión incluyen el perfil de Alejandro Freire.
La Policía apuntó, sobre el ADN de Diego Montaña, que tuvo que haber un gran contacto para esa transferencia del perfil genético, probablemente por golpes, aunque no es una conclusión definitiva y cerrada.
Como novedad en la primera sesión del juicio, algunos de los abogados defensores introdujeron como atenuante de la responsabilidad penal el consumo de alcohol y drogas aquella noche, que dicen que afectó a las capacidades cognitivas y volitivas de los acusados.
Los agentes de la Policía Nacional incidieron, durante el visionado de las imágenes, en la agilidad de ellos, aunque sus amigos, en las testificales, declararon que los habían visto beber durante toda la noche, si bien nadie los vio consumir drogas, aunque aclararon que era algo habitual en algunos casos.
Si bien los acusados tienen presunción de inocencia y recae en las acusaciones demostrar su culpabilidad, las atenuantes deben ser demostradas por cada uno de ellos.
Al proceso judicial le quedan cinco sesiones en las que resta muy poca prueba, entre ella, habrá diez agentes de la Policía Nacional que actuaron como peritos, aunque sobre cuestiones ya comentadas u otras menores; y un testigo, amigo de los acusados y que fue reagendado, que supuestamente los acusó de meterlo en líos siempre que salía con ellos.
Después será el turno de Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral Silva, los tres acusados que pidieron declarar al final y que deberán explicar al jurado todas las cuestiones abordadas a lo largo de un mes.
Tras ellos, las partes harán sus conclusiones, explicarán su visión al jurado y, el lunes 18 de noviembre, la magistrada prevé entregar el objeto del veredicto para empezar las deliberaciones.
Este constará de los hechos que determine entonces la presidenta del tribunal y las votaciones se harán de manera que todos los favorables a los acusados -por ejemplo, circunstancias atenuantes- requerirán de cinco votos de los nueve posibles para su aprobación, mientras que los desfavorables -como autoría o circunstancias agravantes- necesitarán de siete de los nueve. EFE
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