Inés Morencia
Valladolid, 7 nov (EFE).- Que el deporte es una de las mejores herramientas de integración e inclusión es indudable y que el rugby es uno de los que más valores transmite, también; y que incluso puede cambiar vidas es algo que ejemplifica a la perfección Thierry 'Titi' Futeu Youtcheu Nyamy, quien ya cuenta con el pasaporte español y que aspira a jugar un Mundial con "Los Leones".
Su trayectoria, hasta acumular 33 internacionalidades con España, no ha sido precisamente un camino de rosas, ya que su llegada al país estuvo marcada por el peligro, como el que viven los inmigrantes que quieren saltar 'la valla' de Melilla, algo que él hizo un 28 de mayo de 2014, como recuerda en jugador en una entrevista con la Agencia EFE.
Como todos los niños de Camerún -él nació un 23 de junio de 1995 en Douala-, quería convertirse en un nuevo Samuel Etóo, referente para todos en su país, y comenzó a jugar al fútbol en las calles, donde la táctica y la pelea se mezclaban, entre risas y golpes.
Un amigo le dijo que en su equipo necesitaban jugadores y se fue en busca de una oportunidad. Pero el balón no era redondo, sino ovalado, y se encontró con el rugby de manera accidental y quedó prendado de este deporte de manera inmediata, ya que había muchos contactos, y él disfrutaba con ellos.
Pero quería más, y sabía que en Camerún no llegaría lejos con el rugby. Por eso, cuando otro amigo le invitó a ir a Marruecos para jugar, no se lo pensó dos veces y se trasladó allí, aunque la verdadera intención de ese compañero era llegar a España, y decidió no dejarle solo en esa aventura, aunque no fuera la suya.
Como narra, tuvo la "gran suerte" de encontrar en Marruecos a una familia que le brindó su ayuda, le cedió un lugar en su casa y le dio un trabajo en el restaurante que regentaba, lo que le permitió ahorrar para ir en busca de su objetivo, pero no pudo lograrlo las dos primeras veces que lo intentó.
Y como a la tercera va la vencida, por fin pudo pasar a Melilla junto a otros 449 inmigrantes. Lo que vio le sorprendió y, como cuenta, aún no puede creer el "buen trato" que ofrecen a los que llegan de manera irregular, ya que les proporcionan "comida, agua, ropa, atención sanitaria y ayuda con el idioma".
En el caso del idioma, no le costó demasiado, ya que en su país lo estudió como optativa, y en cuanto comprobó que se defendía bien, se fue a Málaga y, desde allí, a Miraflores de la Sierra, en Madrid, donde fue acogido por la ONG "Movimiento por la Paz".
Su agradecimiento hacia ella es absoluto, porque le siguieron ayudando un año más de lo que suele ser habitual. También le facilitaron el acceso a un equipo de rugby el "Griffon", que estaba formado, en su mayoría, por policías nacionales, para después jugar en el conjunto que creó este mismo cuerpo de seguridad, los "Custodians".
A pesar de ser "ilegal", encontró a un grupo de amigos que disfrutaban del rugby con él y al que ofrecieron su ayuda si tenía problemas con las autoridades en alguna ocasión, debido a su situación irregular. No olvida nada de eso, porque cada paso que ha ido dando, le ha enseñado algo, manifiesta.
También jugó en la Facultad de Ciencias Políticas de Madrid, lo que supuso el gran paso para acceder a pruebas en clubes de rugby de Madrid, como Majadahonda, o Alcobendas, al que fue para poder jugar con el que era su ídolo en el rugby español, Jaime Nava.
Pero si ha habido alguien que ha marcado su recorrido en el deporte oval español, ese ha sido José Ignacio Inchausti, ya que fue el que le abrió las puertas al rugby profesional, el que le permitió tener su primera ficha como jugador, y quien le aconsejó que pasara a ser pilier izquierdo, para sacar un mayor rendimiento de sus cualidades técnicas.
Y, gracias a todo ello, pudo competir en la liga francesa, en el Stade Français, Carcassone y Chartres, aunque no vivió con ellos un cuento de hadas, ya que al ser convocado con España, Carcassone no renovó su contrato.
A pesar de las numerosas piedras en el camino, Thierry Futeu Youtcheu Nyami -conocido como Titi Futeu- se ha mantenido leal a España, con la que disputará los partidos que servirán como preparación para el clasificatorio al Mundial de febrero.
La primera cita será con Uruguay, este sábado 9 de noviembre, en Madrid, y el 16, en el estadio José Zorrilla de Valladolid, que espera les reciba con un lleno total "porque Valladolid es una ciudad de rugby, y además está bien comunicada para que pueda acudir público de muchas otros sitios".
"Fiyi es una selección muy potente, físicamente, y cuenta con jugadores de alto nivel, que militan en grandes equipos de Francia o Inglaterra, pero vamos a plantarles cara, y será un buen reto de cara a esa preparación para el Mundial, en el que España se merece estar, después de tantos sinsabores", advierte.
Gracias a lo conseguido en este periplo de idas y venidas, el internacional español ha podido cumplir con uno de sus objetivos: crear una escuela de rugby en Camerún, que puso en marcha en 2020, cuando volvió a su país tras estar ya asentado en España, y en la que ya entrenan 50 chicos y chicas.
Espera regresar para aportar su granito de arena como técnico el próximo año, una vez que España haya logrado su pase al Mundial de 2027, en el que sería uno de los más veteranos, ya que el equipo español se ha ido reforzando con gente joven y "con mucho talento y ganas", que van a empujar para que "Los leones" hagan historia. EFE
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