Alicante, 8 nov (EFE).- Un joven de 17 años ha sido detenido en Alicante por, presuntamente, hacer gestos ofensivos racistas desde la grada a un jugador del Atlético de Madrid B durante el partido disputado el pasado 26 de octubre contra el Hércules, en el estadio José Rico Pérez.
Según la Policía Nacional, la intervención policial se inició al detectar un posible comportamiento ofensivo por parte del menor hacia un jugador del equipo visitante y a este incidente se le sumó la conducta de otras dos personas que también podrían estar involucrados con malos comportamientos dentro del estadio, en particular uno por invadir el terreno de juego y otro por el lanzamiento de un objeto pequeño que impactó a uno de los jugadores del equipo rojiblanco.
El menor, identificado gracias a la colaboración del propio Hércules C.F, ha sido arrestado por la Policía Nacional y puesto en libertad bajo condición de investigado, quedando bajo la custodia de un familiar.
Los otros dos involucrados también han sido identificados con la ayuda del club herculano y han sido objeto de propuesta de sanción por la Ley del Deporte ante la autoridad gubernativa.
Las actuaciones policiales realizadas con el joven de 17 años han sido remitidas a la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Alicante y a la Fiscalía Provincial especializada en delitos de odio.
El Juez Único del Comité de Competición sancionó cuatro días después del partido al Hércules con una multa de hasta 3.000 euros y apercibimiento del estadio Rico Pérez tras los incidentes ocurridos el sábado anterior dentro de la competición de Primera Federación, donde el Atlético ganó por 1-2.
Durante el partido, y tras el segundo tanto del equipo madrileño, varios aficionados herculanos, desde el sector donde se sitúan los seguidores más radicales, lanzaron papeles y mecheros, según reflejó el acta, a los jugadores del filial, impactando uno de ellos en la cabeza de un futbolista.
El colegiado Martínez Montalbán, del Comité Murciano, también reflejó en el acta, que un espectador saltó la valla perimetral que separa el terreno de juego de la grada “sin llegar a entrar en el terreno de juego ni tocar a ningún jugador”.
La Policía Nacional ha recordado que las conductas ofensivas o discriminatorias basadas en la raza, religión, orientación sexual o cualquier otro motivo que atente contra la dignidad de las personas están tipificadas en el Código Penal y pueden constituir delitos de odio. EFE
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