Eva Batalla
València, 7 nov (EFE).- "El sentimiento ahora es de mucha incertidumbre pero también de agradecimiento por la tremenda respuesta de solidaridad que hemos recibido", asegura Juan Tamarit, profesor de piano y miembro del colectivo Sedajazz, una "institución" musical en Valencia y un referente nacional e internacional con más de tres décadas formando a músicos de jazz.
Su sede, oficinas y su escuela, que imparte clases a más de 200 alumnos, quedaron anegadas bajo el agua y el fango el pasado 29 de octubre.
Ante la abrumadora respuesta de las familias, estudiantes, compañeros, amigos y gente que desinteresadamente se ofreció a ayudarles económicamente, decidieron lanzar una campaña de recaudación de fondos.
En una semana han recibido más de 27.000 euros de ayudas en donaciones, que compartirán con otras entidades sociales y culturales vecinas, también gravemente afectadas; entre ellas, el centro ocupacional de La Torre, que trabaja en la integración social de personas con diversidad funcional. En las aulas de Sedajazz, ubicadas en una antigua alquería en esta pedanía de València, asolada por la dana, recibían semanalmente clases de musicoterapia.
"Tenemos profesores muy buenos que atraen a muchos alumnos de fuera, pero nuestra escuela infantil son todo niños y niñas de la zona. Estamos muy involucrados en nuestra comunidad", señala a EFE Tamarit, antiguo alumno de la escuela de Sedajazz, que se ocupa también de tareas de oficina en la sede.
La tarde del fatídico 29 de octubre se encontraban en las instalaciones siete personas, entre personal de oficina, profesores y alumnos que se vieron sorprendidos por el agua. En media hora pasó de cubrirles las rodillas a alcanzar la cintura y corría con mucha fuerza. Se refugiaron en la parte alta de las instalaciones y allí pasaron la noche.
Por la mañana el escenario era desolador. Medio metro de fango cubría todo el espacio: instrumentos musicales, equipos de sonido, material informático y mobiliario... Todo inservible.
"Ahora estamos intentado rescatar las partituras originales que conservábamos en papel, en carpetas y algunas en discos duros", explica Tamarit. Es la pérdida más dolorosa por "su valor artístico incalculable".
Son composiciones de algunos de los grandes músicos, con proyección internacional, vinculados a Sedajazz. Entre ellos su impulsor y director musical, el saxofonista Francisco A. Blanco "Latino", Perico Sambeat o Jesús Santandreu.
También había arreglos de los grupos surgidos de la escuela, como Sedajazz Big Band o la Sedajazz Latin Ensemble, y de compositores que "se han hecho un nombre propio pero siguen unidos al colectivo y ofrecieron composiciones y arreglos originales en su día", añade. El colectivo también tiene un sello discográfico, Sedajazz Records.
La alquería se encuentra a poca distancia del puente que une la pedanía con la ciudad de València. El ya conocido popularmente como "puente de la solidaridad" porque por él desfilaron los primeros días andando miles de voluntarios hacia las zonas afectadas por la dana más cercanas a la ciudad. Les ayudaron a limpiar, a quitar fango en la instalación eléctrica, lo que fuera necesario.
"Hemos recibido llamadas de festivales de música, de antiguos alumnos, educadores, padres de alumnos, compañeros, una chica que nos ofrecía un piano", agradece Tamarit. Una respuesta "abrumadora" que les ha hecho ser conscientes del impacto de su trabajo desde hace tres décadas.
"Esto resalta el poder de la solidaridad y la importancia de la música y la educación artística en nuestra vida cotidiana. Juntos, sentimos la fuerza que emana de la unión y la colaboración", señala Sedajazz en sus mensajes de agradecimiento lanzados en las redes sociales y en su campaña de micromecenazgo, en la plataforma gofundme.
"Agradecemos a todos aquellos que deseen ser parte de este nuevo comienzo, porque aunque hemos enfrentado adversidades inéditas, la fuerza de la comunidad y el amor por la música son más potentes que cualquier desastre. Juntos, reconstruiremos el espacio donde los sueños musicales nunca dejarán de vivir", aseguran. EFE