Las bicis, los primeros vehículos que llevaron ayuda tras la dana y siguen pedaleando

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Loli Benlloch

València, 7 nov (EFE).- Las bicicletas fueron los primeros vehículos que consiguieron hacer llegar agua y alimentos a las zonas incomunicadas por la dana en Valencia, gracias a cientos de voluntarios que desafiaron los pinchazos y siguen llevando a diario de forma rápida productos que se necesitan y a los que agradecen su labor con aplausos en sus recorridos.

Con el "campamento base" instalado en el espacio cultural Rambleta de València, cientos de ciclistas con bicis normales y de carga se han dedicado a hacer expediciones a localidades como Paiporta, Massanassa, Alfafar o Catarroja para llevar primero agua, medicamentos y hasta comida caliente, y últimamente lejía, mascarillas o guantes.

El impulsor de todo este movimiento es Juan Dual, un valenciano con "el culo pelado de hacer viajes en bicicleta y ultradistancias en bicicleta de gravel" que, según explica a EFE, cuando vio la desolación que había dejado la dana decidió llenarse "la mochila de bocatas e ir a echar una mano, porque tenía muy mala pinta".

Cuando lo compartió en su cuenta de Instagram, en la que tiene casi 40.000 seguidores, se le sumaron 20 o 30 personas el primer día, y una amiga de una tienda de bicicletas le planteó si sería posible trasladar material que le acaba de llegar en una furgoneta.

A partir de ahí, unas 300 personas pedalean a diario entre el lodo y la destrucción para llevar "un montón de cosas de forma muy directa" a sitios donde la primera ayuda que entró iba a bordo de estas bicis, ya que las carreteras estaba colapsadas, gracias a numerosas donaciones que han llegado a la Rambleta.

Es una manera de hacer llegar la ayuda "superrápida y directa": "Los trayectos más largos son de 7 kilómetros y 20 minutos de ida, y otros tantos de vuelta. No molestamos a los vehículos de emergencias y no colapsamos", destaca Dual, quien precisa que por la CV-400 llegan directamente a las poblaciones más afectadas del sur de València.

El dispositivo que han organizado es tal que cuentan además con un equipo de fisioterapeutas que, según bromea, les dan "cariño a las patas y las espalda", un espacio de atención psicológica y comida que les llevan para estos voluntarios, además de que el centro cultural les abre las puertas para cargar las baterías o ducharse.

En su caso, y pese a sus "condiciones físicas diferentes al resto de ciclistas" -no tiene estómago, recto ni vesícula debido al cáncer, pero ha conseguido retomar el control de su vida a través de deporte-, calcula que lleva recorridos en seis días "casi 500 kilómetros" para hacer estas entregas.

Desde Vila-real, Castellón, Gijón o Alicante han llegado ciclistas para colaborar junto a los valencianos en estas entregas, que organizan a través de peticiones que reciben en redes sociales.

La colaboración de tiendas de bicicletas y las donaciones de empresas les permite atender un problema que le pasa "todo el rato a todos" estos ciclistas, como son los pinchazos por los clavos y cristales del terreno por el que se mueven, por lo que les llevan hasta el punto de encuentro cámaras y cubiertas para sustituirlas.

Nacho Durá, otro de los ciclistas de estas expediciones, destaca que entre los participantes hay bicimensajeros que "le meten mucha caña" a sus bicis, y explica a EFE que ha visto participar "bicis de topo tipo". "Olé tú por meterte con ese cacharro en esa zonas, y varias veces al día", dice respecto a algunos de esos voluntarios.

Recuerda que por la megafonía en la que se anuncian los envíos que se necesitan los primeros días les transmitían felicitaciones por haber sido "los primeros en llegar" a muchos sitios, y destaca que en esta tragedia "cada uno hace lo que puede y lo que se le da bien" para colaborar.

Pero esta iniciativa, que seguirá "hasta que sea necesario", no se ha quedado aquí. En colaboración con la Fundación Alberto Contador, Valencia Cáritas y tiendas locales de bicis están impulsando 'Bicicletas contra el lodo', para entregar bicicletas de manera gratuita a personas que han perdido sus coches y se puedan así desplazar.

"Son todo fases: al principio soluciones a la urgencia, después facilitar la asistencia y por último mejorar la vida", destaca Dual, quien agradece la "brutal" respuesta que ha encontrado y confiesa que la "dureza" de lo que ha visto en los municipios devastados "se equilibra con el cariño de la gente", que saluda y aplaude la llegada de estos ciclistas. EFE

(foto)

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