La Veronal conquista con un espectáculo de danza el Museo Reina Sofía

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Madrid, 7 nov (EFE).- El Museo Reina Sofía se transforma en sala de espectáculos con 'Totentaz -Morgen ist die frage' (Mañana la muerte nos salva), lo último de la compañía La Veronal, en el que se fusiona la danza con la imagen, la literatura y la música para hablar de la muerte "en plena ebullición mundial, con guerras, crisis climática y de existencia".

Así lo explica a EFE Marcos Morau (Valencia, 1982), fundador y director de La Veronal, que presenta en el marco del Festival de Otoño de Madrid este espectáculo el 9 y 10 de noviembre en la Zona A del Museo Reina Sofía.

No es la primera vez que La Veronal interviene ese espacio de arte, donde ahora ha vuelto a encontrar el lugar perfecto para estrenar esta pieza que ya vio la luz en la Trienal de Milán y que también estará presente en Festival Temporada Alta de Girona, donde se representará en una capilla.

Una pieza que se puede adaptar a espacios diversos, "la danza tiene una gran capacidad de mutación", advierte Morau, de ahí que también se vaya a representar en un hangar o en un teatro.

Espacios blancos y austeros para ponernos frente a la muerte "de la que nos hemos alejado porque nos da miedo", el miedo de los países desarrollados -indica- que se afronta de otra manera en países en los que viven una guerra, éxodos o hambrunas.

"Un miedo que juega con nosotros por la manera en que vivimos, rodeados de bienestar y al que nos transportan las redes sociales", añade el creador, que recuerda que hace décadas la muerte estaba más presente.

"Ahora hemos decidido ocultar lo que nos hace sufrir, yo he sido educado así. La muerte se ha emancipado porque estamos llenos de proyectos y miramos al futuro", indica Morau.

Con este nuevo proyecto "el espectador se somete a un viaje", explica Morau, Premio Nacional de Danza 2013. La primera imagen es una instalación de arte y es "libre de moverse por el espacio" para contemplar; de ahí se pasa a un segundo lugar, con un punto de vista más teatral donde el público podrá sentarse y observar "como un teatro", para desembocar luego en una tercera sala más performática con una proyección.

Un espectáculo que desprende, según su autor, "calma, paz y tensión; estamos en alerta nunca se la espera, la muerte te hace parar, te relaja, pero hasta que llega todos son turbulencias miedos y ruidos".

"El arte tiene una capacidad testimonial, es un espejo que nos permite preguntarnos cosas: ¿Dejamos un mundo mejor? ¿Qué hacemos con el futuro?", cuestiones con las que invitan a la reflexión porque "el arte tiene la capacidad de transformarnos, de hacernos ver la realidad de otra manera", concluye Morau.

Morau ha realizado la coreografía en colaboración con los intérpretes Ignacio Fizona Camargo, Valentin Goniot, Fabio Calvisi, Lorena Nogal y la dramaturgia es de Roberto Fratini. EFE

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