Antonio Martín
València, 7 nov (EFE).- Entre 45.000 y 50.000 voluntarios y voluntarias se desplazaron en los primeros días, del miércoles al domingo de la pasada semana, a las poblaciones de la 'zona cero' de la dana de Valencia para principalmente llevar comida y ayudar en las labores de limpieza.
Así lo ha calculado para EFE el experto en redes de participación del departamento de Geografía Humana de la Universitat de València (UV) Javier Serrano a partir de los datos recabados de los colectivos ciudadanos, las asociaciones surgidas tras este episodio derivado del cambio climático y los voluntarios coordinados por la Generalitat Valenciana.
La mayoría, jóvenes "muy concienciados" de la ciudad de València y otras localidades del área metropolitana que caminaron varios kilómetros para llevar agua y comida, en los primeros días, y a partir del viernes centrarse mayoritariamente en la limpieza de lodo y fango de casas y calles provistos con mascarillas, botas, escobas, cubos y otros elementos de limpieza.
El miércoles 30 de octubre, apenas 12 horas después que arrasara el gran caudal de agua, el número de voluntarias y voluntarios fue "muy reducido", aunque aumentó el jueves y se disparó entre el viernes y el sábado, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos y el primer día del fin de semana.
El domingo disminuyó el número por la restricción de movilidad impuesta por las autoridades aunque los datos de la UV constatan que sí hubo un número considerable de voluntarios que acudieron a la pedanía de La Torre y a los municipios de Paiporta, Benetússer, Sedaví, Paiporta o Massanassa, entre otros, ya fuera a pie a través de itinerarios alternativos o en los autobuses lanzadera que salieron organizadamente desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Desde toda España se ha enviado alimento y material de primera necesidad con la aparición de un millar de puntos de recogida distribuidos por todo el país, más de la mitad de ellos en la ciudad de València y su área metropolitana, aunque hay otras poblaciones muy movilizadas, como Madrid, con unos 80.
Además de recoger y enviar agua, comida y productos de limpieza, desde un primer momento la sociedad civil se ha movilizado para ayudar con iniciativas solidarias informales para localizar gente atrapada, la búsqueda de desaparecidos, coches o coordinación de voluntarios, a partir de cartografía colaborativa como SOS Valencia, Ayuda Tu Terreta, Tu Coche Dana o Dana Valencia SOS, entre otras.
Al principio se hizo con iniciativas improvisadas que, con el paso de los días, se han ido formalizando a través de la Generalitat (Som Solidaritat), por la plataforma del voluntariado de la Comunitat Valenciana o también la propia Universitat de València.
Otras muchas iniciativas se han abierto paso de manera improvisada y solidaria, como mapas colaborativos para ubicar a personas que necesitaban ayuda (Suport Mutu Dana), o plataformas surgidas para la movilidad colaborativa de vecinos que han perdido el coche y siguen necesitando ir a trabajar (Anem!) o las que precisan de una bicicleta para moverse (Bicicletas Contra el Lodo).
Según Serrano, la respuesta social a lo ocurrido el 29 de octubre en Valencia recuerda a otros episodios ocurridos en España como la gran nevada Filomena o en el volcán de La Palma, aunque en esos casos la devastación fue mucho menor y no hubo una movilización tan multitudinaria.
"En la dana de Valencia se han batido récords tanto en número de iniciativas solidarias como en la cantidad de kilos de alimentos recogidos", según el profesor de la UV. EFE