Nuevo escenario España-EEUU: entre la cautela y la preocupación por los aranceles y OTAN

Relaciones España-EEUU: incertidumbre sobre aranceles, el papel de Estados Unidos en la OTAN y las implicaciones económicas del mandato de Trump en un contexto geopolítico cambiante

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Madrid, 6 nov (EFE).- El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca abre un nuevo escenario para las relaciones entre Estados Unidos, Europa y España, donde la cautela ante el nuevo mandato del republicano se mezcla con la preocupación en asuntos como la imposición de nuevos aranceles o su posición sobre la OTAN.

España encara la nueva fase de relaciones entre ambos países dejando claro el papel de "aliado natural" de Estados Unidos con la Unión Europea y mostrando, a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, cautela.

"Vamos a ver cuáles son sus primeros pasos", ha dicho este miércoles Albares, quien ha recordado que Estados Unidos es el primer inversor en España fuera de la Unión Europea y "tenemos una intensa relación como aliados de la OTAN".

La alianza euroatlántica

Albares no ha querido adelantar acontecimientos y ha subrayado el papel decisivo de Estados Unidos para la seguridad y la prosperidad euroatlántica.

Este es, precisamente, uno de los temas que más inquieta a los expertos: el nuevo rol del Gobierno de Trump en la OTAN.

Para Frédéric Mertens, director del departamento jurídico y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia, Europa ahora no está en condiciones de exigir nada al líder republicano sobre cuestiones relacionadas con esta organización estratégica para la geopolítica mundial: "no estamos en posición de decirle a Trump 'tranquilízate'".

Mertens sostiene que países como Francia o Alemania han perdido peso geopolítico y liderazgo en el "club europeo".

Sobre otro de los puntos calientes, la relación con Rusia, el experto vaticina que Trump intentará "a su manera obtener la paz en Ucrania", aunque implique concesiones a Vladimir Putin, y apunta que "habrá que ver cuál es la actitud de la Casa Blanca" respecto al envío de soldados de Corea del Norte a combatir a favor del "status quo" ruso.

En cuanto a Israel, el apoyo de Trump se mantendrá, pero evitará cuenta Mertens, una "escalada bélica" porque constituiría un "serio problema" para su gestión que, previsiblemente, se basará en el "aislacionismo económico" -insiste- por su percepción de que "hay que reconstruir" Estados Unidos.

Carlota García Encima, investigadora principal del Real Instituto Elcano, destaca que es conocida la posición de Trump sobre la OTAN y también que España es uno de los países de la alianza más alejado del objetivo del 2 por ciento del PIB para gasto militar. "Trump nos puede señalar por ello", indica la experta.

Descarta en todo caso que Estados Unidos salga de la OTAN y ve una oportunidad para que, espoleada por Washington, la Unión Europea "se ponga las pilas" en mayor inversión en defensa y autonomía estratégica.

Y sobre Rusia y Ucrania, insiste en que Trump está convencido de que va a acabar con la guerra, aunque duda de que corte la ayuda militar a Volodímir Zelenski porque ello repercutiría en la industria militar norteamericana.

La defensa del proteccionismo por parte de Trump es motivo de preocupación para la exportación española agroalimentaria, que todavía tiene el recuerdo reciente de los aranceles adicionales que comenzó a aplicar en 2019 por cerca de 7.000 millones de euros a 113 productos españoles.

García coincide en que ésta es la mayor preocupación ante el nuevo escenario, sobre todo a corto y medio plazo. Aún así, recuerda que España no sería el país más afectado ya que otros como Alemania o Irlanda se verían más perjudicados.

También Mertens cree que Trump actuará bajo su visión de "reconstruir" la economía de Estados Unidos y ve factible una subida de aranceles a las exportaciones de productos europeos o chinos.

 Relaciones diplomáticas con España

 Mertens no quiere aventurarse sobre cuál va a ser la psicología del "nuevo Trump", aunque ya se conozca su manera de "categorizar" a los gobernantes, de forma que no sitúa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "en una buena categoría".

Sin embargo, no cree que Estados Unidos relegue España al "ostracismo político" debido a la relevancia y peso de la figura de Sánchez a nivel internacional y los "importantes" lazos históricos de españoles con América Latina y la comunidad de hispanos que viven en el país norteamericano.

"La actitud de Trump va a ser medir los que están a su favor en Europa, los que le entienden y los que no, y ahí puede haber divergencias dentro del club europeo", ha apuntado.

La investigadora del Real Instituto Elcano cree que, dentro de la relación asimétrica entre ambos países porque EEUU es una gran potencia, existen unos pilares sólidos sobre todo derivados del ámbito de la defensa, con las bases estadounidenses en España, de gran importancia de cara a Oriente Medio.

Más allá del daño de los aranceles en el sector agroalimentario, tampoco considera que vaya a impactar esta nueva etapa en otras empresas españolas que se han establecido en Estados Unidos, especialmente del ámbito de las infraestructuras y la energía. "Estas inversiones no peligran", explica García.

Donde sí ve más complicaciones es en la "afinidad" política entre ambas administraciones. "El Gobierno español, de centro-izquierda, tiene poca afinidad con el Gobierno trumpista, lo que puede enturbiar las relaciones". Esto podrá levantar "polvaredas" pero hay ámbitos, como los citados sobre defensa -insiste-  que se mantendrán, sin olvidar que al final España está en la Unión Europea y hay una única voz comunitaria en muchos aspectos. EFE

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