Madrid, 6 nov (EFE).- El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha defendido que los recursos de amparo que previsiblemente presentarán los líderes del procés condenados y procesados por malversación no tienen "ningún recorrido efectivo", porque "dentro de la Constitución no se reconoce un derecho a ser amnistiado".
Llarena se ha referido así en una conferencia sobre la ley de amnistía, después de haber dejado fuera de la norma al expresident catalán Carles Puigdemont y a los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig, procesados por desobediencia y malversación.
Ante el previsible escenario de que Puigdemont y los exconsellers recurran en amparo al Tribunal Constitucional, Llarena ha dicho que no cree que sus impugnaciones puedan prosperar.
"Desde luego tengo la absoluta convicción de que ese recurso en el fondo no tiene ningún recorrido efectivo, es mi convencimiento desde la propia doctrina del Tribunal Constitucional", ha explicado.
Y ha añadido que "dentro de la Constitución no se reconoce un derecho a ser amnistiado pero sí a la seguridad jurídica" dejando claro que el debate jurídico en torno a la amnistía trata de "una cuestión de legalidad ordinaria" cuya "interpretación y alcance le corresponde al Tribunal Supremo".
Porque "si hay discrepancia entre los distintos jueces (del país), será el Supremo el que diga cuál es la interpretación que deba darse".
Y "la interpretación del Supremo -ha continuado- es de tal solidez, que no acierto yo a que conforme a los criterios del Tribunal Constitucional se vaya a poder modificar".
También ha respondido a las críticas que acusan al alto tribunal de extralimitarse tras haber interpretado la ley de amnistía.
"Decir que el Poder judicial y el Tribunal Supremo se extralimita cuando interpreta la ley de amnistía para decidir si se debe aplicar a una persona concreta, solo se puede decir desde la ignorancia o la tosca formación jurídica", ha asegurado el magistrado, que en sus autos ya se ha posicionado claramente contra la norma.
Al respecto, Llarena ha explicado por qué no perdonó la malversación a Puigdemont, al manifestar que "la ley no habla de ánimo de lucro sino de ánimo de enriquecimiento" y "enriquecerse es tener más, puede ser dinero o pueden ser cosas", por tanto, la malversación la comete "quien sustrae dinero de la administración o quien compra cosas y lo endosa a la administración". EFE