Madrid, 6 nov (EFECOM).- La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha criticado este miércoles el futuro impuesto a la banca se ha regulado como "una multa a un sector que resulta antipático a la mayoría gubernamental" en lugar de como un tributo propio de un Estado de derecho.
En una nota remitida a los medios de comunicación, el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, analiza la propuesta -recogida en una enmienda del PSOE a la ley del tipo mínimo de las multinacionales- de convertir el gravamen temporal bancario en un impuesto que estará en vigor, al menos, durante tres ejercicios.
De la Fuente carga contra la decisión de crear el impuesto con una enmienda "para evitar los preceptivos informes" que, en su opinión, podrían "plantear objeciones de calado a una propuesta de más que dudosa constitucionalidad".
También cuestiona el posible impacto del nuevo impuesto sobre el crédito y la competitividad del sector bancario y, sobre todo, el hecho de que grave un indicador de ingresos brutos cuando los beneficios ya están sujetos al impuesto de sociedades, lo que a su juicio "tiene difícil encaje" legal tanto por la falta de relación con la capacidad económica como por el riesgo de doble imposición.
"Tal como está configurada", resume, esta figura tributaria "es más bien una multa a un sector que resulta antipático a la mayoría gubernamental por razones ideológicas que un impuesto propio de un Estado de derecho", por lo que no supone un avance hacia la reforma fiscal "profunda y bien pensada" que el país necesita.
A un nivel más técnico, De la Fuente también se opone al establecimiento de una escala progresiva de tipos para el nuevo impuesto, ya que desincentivará el crecimiento de las entidades, y apunta que la concertación del tributo dará a las haciendas forales la posibilidad de modularlo o bonificarlo. EFECOM