Carles Durán aterriza en el Darussafaka, un proyecto de club-orfanato único

El Darussafaka, club-orfanato con una rica historia educativa, contrató a Carles Durán para fortalecer su plantilla joven y regresar a la esencia social y deportiva que lo caracteriza

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Jordi Valle

Estambul (Turquía), 6 nov (EFE).- El Darussafaka, el 'Dacka' como se le conoce popularmente, es mucho más que un club de baloncesto, es la primera organización no gubernamental turca en el campo de la educación, un proyecto de club-orfanato donde ha aterrizado Carles Durán, que fue seis años entrenador del Joventut de Badalona.

De hecho, la Sociedad Darussafaka fue fundada en 1863 como una entidad educativa, nació como la primera escuela pública para formar a los aprendices del Gran Bazar, y acabó convirtiéndose en la primera escuela privada, en una ONG, para niños huérfanos y necesitados.

Como club de baloncesto, la entidad turca consiguió vencer la Eurocopa en 2018 de la mano de grandes nombres como Scottie Wilbekin o David Blatt, pero aquel gran triunfo les hizo descarrilar de su esencia para poder jugar y competir en una competición como la Euroliga que acabó siendo deficitaria para el club.

Esto desembocó en problemas económicos no sólo para el club de baloncesto, sino que para toda la entidad educativa, y desde hace dos años se reestructuró con el objetivo de volver a sus esencias: una organización social sin gastar más dinero de lo que toca capaz de desarrollar al talento nacional y de competir contra los mejores equipos del baloncesto turco.

El ‘Dacka’ fue la primera organización deportiva en Turquía centrada en la educación de jóvenes huérfanos. La nueva familia de estos niños y niñas era el propio club, que les formaba tanto académicamente como deportivamente en sus instalaciones.

Así lo cuenta para EFE el director deportivo Orkun Demir. "No sólo somos un club de baloncesto, también somos un orfanato que busca la mejor educación para todos aquellos niños y niñas desfavorecidos, algo que hacemos desde el año 1914", ha dicho.

Pese a que el Darussafaka es bastante conocido en el mundo del baloncesto tras su paso por la Euroliga en 2019, la entidad no obliga a sus jóvenes a jugar a este deporte, sino que disponen de una gran variedad para que los niños y niñas se puedan formar en aquello que más les guste.

Los deportes más elegidos son el tenis de mesa, el ajedrez, la gimnasia rítmica y otras ramas de danza moderna, según ha explicado Demir. Sin embargo, el deporte más exitoso es el baloncesto, donde se forman miles de jugadores turcos con el objetivo de llegar al más alto nivel.

Desde los problemas económicos sufridos en los últimos años, el club confió más en el producto nacional joven para su primer equipo, lo que llevó a hacer una reestructuración que aún está en proceso.

Para liderar un primer equipo lleno de jóvenes que compite en una liga de muy alto nivel en el continente europeo como es la turca, la entidad confió en un técnico catalán con amplia experiencia con jugadores jóvenes en una de las mejores canteras que puede tener el baloncesto actual, el Joventut Badalona.

Para Orkun Demir, el fichaje de Carles Durán es una de las mejores noticias que le ha podido ocurrir al club. "Hemos insistido mucho en su fichaje porque tiene amplia experiencia entrenando a jugadores jóvenes profesionales en el máximo nivel, y es una persona que tiene los valores para llevarnos lo más arriba posible con esta fórmula”, ha destacado.

Durán, que atendió a EFE en la Ayhan Sahenk Sports Hall, pista donde entrena y juega el Darussafaka, ha reconocido que el fichaje "ha sido más cosa de ellos que mía".

El de Vilassar de Mar se mostró visiblemente feliz y emocionado al explicar todo el contexto de esta entidad turca. "Insistieron mucho en ficharme y me convencieron no sólo por el proyecto deportivo. Me convencieron por muchas otras cosas más, como toda la estructura que tienen detrás con el objetivo de ayudar a todos los jóvenes a desarrollar su carrera profesional aquí en Turquía", ha explicado a EFE.

"En el Darussafaka no sólo forman a jugadores de baloncesto. También forman a las personas que serán nuestro presente y futuro, les brindan una educación para que puedan cumplir sus sueños. En este aspecto, son una entidad similar a la Penya”, ha añadido.

Pese a ser su primera experiencia en el extranjero, el técnico catalán reconoce que la bienvenida fue excelente: “El Darussafaka me ha recibido con los brazos abiertos, estoy muy tranquilo, aprendiendo y entendiendo el nuevo lugar donde estoy. Necesito un poco más de tiempo, pero sí que es cierto que se están portando muy bien conmigo”, ha manifestado.

Durán, que vuelve a los banquillos después que el Joventut le rescindiera el contrato el pasado mes de abril, no ha escondido que le hubiera gustado seguir en España.

"Es cierto que me hubiera gustado seguir en la ACB, pero en los últimos meses algún club me etiquetó de demasiado ‘penyero’, que es algo que es verdad, pero yo soy profesional y quiero seguir trabajando”, ha puntualizado.

Sobre su salida del conjunto verdinegro, Durán ha explicado que “hubo gente que no se portó bien conmigo”, algo de lo que ya dejó constancia pocos días después de acabar su etapa en la entidad badalonesa.

"Ahora es más difícil que yo pueda hablar porque estoy muy lejos, pero creo que, por diferentes motivos, se ha perdido un poco la identidad que creamos en su día. También estoy seguro que el equipo y toda la gente que lo rodea intentará hacerlo lo mejor posible, porque yo lo he vivido y sé que será así”, ha zanjado.

Precisamente, esa identidad que se perdió en el Joventut es la que quieren recuperar en el Darussafaka. Para ello, esta temporada cuentan con una de las plantillas más jóvenes de la competición. El jugador más veterano turco tiene 27 años, mientras que el más veterano estadounidense tiene 29.

Sobre ello, Durán ha recordado que el objetivo de todo el club es “volver a hacer grande la entidad, pero esta vez con jugadores nacionales con los que la gente local se pueda sentir identificada”.

Ahora, con la situación saneada, la entidad del norte de Estambul quiere crecer de cero con una fórmula de jugadores jóvenes turcos y estadounidenses que puedan llevar al club a volver a disputar competición europea.

Para ello, contarán con uno de los entrenadores del ‘Bressol del bàsquet’, que arranca su primera experiencia extranjera como entrenador con muchas ganas de dar lo mejor de sí mismo. EFE

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