Roma, 5 nov (EFECOM).- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha pospuesto, debido a una gripe, la reunión prevista este martes con los líderes de los principales sindicatos del país, que han convocado una huelga general el 29 de noviembre para exigir cambios en los Presupuestos por considerarlos "totalmente inadecuados para resolver los problemas del país".
La reunión, prevista en la sede de la presidencia del Gobierno, en el romano Palacio Chigi, a las 17.30 hora local (16.30 GMT), ha sido aplazada hasta al 12 de noviembre, a las 08.30 hora local (7.30 GMT), debido al "estado gripal" de Meloni, informaron fuentes oficiales.
La líder ultraderechista Meloni "se ha puesto personalmente en contacto con los líderes sindicales para fijar la reunión en la primera fecha útil, teniendo en cuenta también su prevista participación esta semana en la cumbre de la Comunidad Política Europea y en el Consejo Europeo informal de Budapest", explicaron en un comunicado.
El principal sindicato italiano, la CGIL, y el tercero del país, la UIL, han convocado una jornada de movilización que incluirá el paro general y manifestaciones en distintas ciudades, el próximo día 29, para pedir que se modifiquen unos presupuestos que consideran "totalmente inadecuados para resolver los problemas del país".
También reclaman un aumento del poder adquisitivo de los salarios y las pensiones y la financiación de la sanidad, la educación, los servicios públicos y las políticas industriales, anunciaron el pasado miércoles los líderes de la CGIL, Maurizio Landini, y de la UIL, Pierpaolo Bombarderi.
Bombardieri, que explicó que habían "estudiado los Presupuestos" y que "las evaluaciones" les llevaban a proclamar la huelga, no descartó un cambio de postura tras la reunión prevista con Meloni.
"Hemos sido convocados por la presidenta del Consejo de Ministros la semana que viene, cuando los Presupuestos ya han sido presentados en el Parlamento y hay muy poco margen de cambio. Vamos a escuchar. Evidentemente, si el Gobierno acepta nuestras propuestas, estamos dispuestos a revisar la huelga", dijo.
Landini destacó que "para equilibrar las cuentas y reducir la deuda también se puede actuar sobre los ingresos y no recortando el gasto, como está haciendo el Gobierno, y hacer lo contrario de lo que se está haciendo con la reforma fiscal, que no se está discutiendo con nadie".
La CGIL adelantó hace unos días que un regreso a las "recetas de la austeridad" en los próximos Presupuestos hacía "necesario" prepararse para una eventual huelga general por el plan fiscal estructural a medio plazo que el Ejecutivo había remitido a Bruselas "sin ningún tipo de negociación con las partes sociales".
El sindicato avisó que ese documento, antesala del borrador presupuestario y exigido por las nuevas normas comunitarias, "vinculará las políticas económicas y sociales para los próximos siete años y marca un regreso a las políticas de austeridad".
En concreto, la CGIL estima que estos planes implicarán cada año un recorte de 13.000 millones de euros.
Por su parte, el ministro de Economía, Giancarlo Giorgietti, vaticinó "sacrificios para todos" en las próximas cuentas públicas y volvió a plantear un impuesto a los beneficios extraordinarios no solo de bancos sino también de la industria y otros sectores de la economía. EFECOM