Castilla-La Mancha no recibió "ningún aviso" de las confederaciones del Júcar y el Segura

Juan Alfonso Ruiz Molina asegura que la Junta solo recibió alertas de Aemet y que no hubo avisos de las confederaciones hidrográficas del Júcar y el Segura ante las inundaciones en Letur y Mira

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Toledo, 5 oct (EFE).- El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha afirmado este martes que "la única información" que recibió la Junta ante la dana provino de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y no llegó "ningún tipo de aviso" de las confederaciones hidrográficas del Júcar y el Segura.

Las localidades más afectadas por la dana en Castilla-La Mancha, Letur (Albacete) y Mira (Cuenca), que se vieron golpeadas por sendas riadas de gran volumen que provocaron al menos cuatro muertes, forman parte de las demarcaciones de las confederaciones hidrográficas del Segura y el Júcar, respectivamente.

En una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Ruiz Molina ha indicado que la Junta no recibió avisos "ni buenos ni malos" de las confederaciones hidrográficas, si bien el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) defendió ayer en un comunicado que estos organismos no tienen entre sus competencias emitir alertas públicas hidrológicas por riesgo de crecidas y avenidas, lo que corresponde a los servicios de emergencias coordinados por las comunidades autónomas.

Cuando le han preguntado qué pudo fallar en la prevención, Ruiz Molina se ha referido específicamente al caso de Letur, donde se han confirmado tres fallecimientos y hay tres personas desaparecidas. "Habrá que plantearse, a partir de este momento, cuál es el problema (y) hablar con la Confederación Hidrográfica para ver si mantenían completamente limpio el cauce del arroyo", ha dicho.

"Habrá que hablar si es necesario que haya más limpieza" y "hay que plantearse también esa infraestructura hidráulica para que situaciones de este tipo no vuelvan a ocurrir", ha zanjado.

El consejero ha aprovechado para relatar la sucesión de avisos y reacciones que se produjeron antes de la dana.

Ruiz Molina ha recordado que, a las 13.02 horas del lunes 28 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) envió una alerta naranja por lluvias en las comarcas albaceteñas de Alcaraz y Segura, que se iniciaba a las 00.00 horas del martes 29, y el Gobierno hizo un "envío masivo de dicha información" a los "diferentes grupos intervinientes en materia de emergencia".

A las 21.48 horas del mismo día la Aemet avisó de la activación de una alerta naranja en la Serranía de Cuenca con episodios intensos de lluvias a partir de las 9.00 horas del martes 29, así como de una alerta amarilla para el resto de la región.

Con esta información, el Gobierno activó a las 23.00 horas del lunes el Plan de Fenómenos Meteorológicos Adversos (Meteocam) en fase de alerta y "difundió su activación" y "toda la información emitida por la Aemet" a través de sus canales oficiales, redes sociales y una nota de prensa.

Ruiz Molina ha defendido que esta "actuación preventiva" permitió a los servicios de emergencias "tener preparados sus distintos dispositivos".

Ya el día 29 de octubre, ante la "evolución desfavorable" del tiempo (sobre todo en Albacete, donde la localidad de Letur sufrió una primera riada a media tarde), a las 15.00 horas se elevó el Meteocam al nivel uno para "movilizar de forma coordinada todos los recursos" y "fijar prioridades".

También se reforzó el personal de la sala de coordinación del 112 con entre cinco y ocho operadores adicionales, y el Gobierno regional contactó con los alcaldes de los municipios más afectados para ponerse a su disposición.

Por otro lado, en Mira, el martes 29 por la tarde se evacuó la residencia de mayores de la localidad.

En la madrugada del miércoles 30 Mira fue arrasada por una fuerte riada, y a las 4.40 horas Castilla-La Mancha elevó el Meteocam al nivel dos, movilizando a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que en las siguientes horas rescató a unas 50 personas con medios aéreos y acuáticos.

Durante ese mismo día, una vez mejoraron las condiciones climatológicas, se rebajó el Meteocam al nivel uno, vigente hasta este momento, y se desmovilizó la UME.

En cuanto a la respuesta a la emergencia, Ruiz Molina ha destacado que el 30 de octubre se desplegaron 180 efectivos en Letur, y desde entonces han estado en el municipio "una media de 170"; en Mira en un primer momento trabajaron 150 profesionales, y en los días siguientes ha habido una media de 90.

Los dispositivos han contado con bomberos, sanitarios, guardias civiles, militares, voluntarios de Cruz Roja y de Protección Civil de municipios cercanos, geólogos y arquitectos, entre otros profesionales. EFE

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