Barcelona, 31 oct (EFECOM).- El consejero delegado de Cupra y Seat, Wayne Griffiths, ha asegurado este jueves que los aranceles de la UE a la importación del Cupra Tavascan, que se fabrica en China, pueden provocar la reducción de una cuarta parte de la producción prevista de vehículos de combustión en la planta de Martorell (Barcelona).
Griffiths ha cuantificado así por primera vez el posible impacto en la planta catalana de Seat de los aranceles que aplica desde ayer la Unión Europea a los coches eléctricos importados del país asiático y que también afecta al Tavascan, aunque sea un vehículo diseñado en Barcelona.
Las declaraciones del directivo de Seat llegan en un momento en que precisamente se está analizando en Martorell (Barcelona) la repercusión que puede tener el caso de los aranceles en la producción de coches de combustión.
En un mensaje en su cuenta de Linkedin, el ejecutivo ha lamentado la imposición de estos aranceles y ha advertido de que "se está pasando por alto la repercusión que estas políticas podrían tener en la producción industrial".
"Una reducción de volúmenes del Tavascan pondría en peligro la capacidad de Seat de cumplir los objetivos europeos de reducción de CO2, teniendo que hacer frente a multas inasumibles. Esto supondría la necesidad de reducir una cuarta parte de la producción prevista de vehículos de combustión en Martorell", ha asegurado.
El consejero delegado de Seat y Cupra ha puesto en valor la inversión que está realizando en España el Grupo Volkswagen, al que pertenece, y ha lamentado la falta de "respuesta" de las administraciones públicas a sus peticiones de más apoyo al vehículo eléctrico.
"Seat está haciendo los deberes. Tenemos el producto, tenemos las instalaciones (más de 3.000 millones de inversión sólo en Martorell), pero no vemos la respuesta necesaria por parte de las administraciones públicas. Las instituciones españolas y europeas deben estar a la altura", ha dicho.
A su juicio, "la inacción o el proteccionismo mal entendido, manifestado en última instancia con la imposición de aranceles al Tavascan, sólo inducen a hacer dudar al consumidor, a disuadirle de que la electromovilidad es parte de la solución".
Pese a insistir en que Seat continua apostando por la electromovilidad, Griffiths ha subrayado que "la competitividad de la industria" se ve "seriamente comprometida" por la falta de una política de impulso y acceso a energías renovables, lo que también "pone en riesgo nuevos proyectos".
"No podemos olvidar que todos estos factores se traducen en pérdida de estabilidad financiera de la compañía y en consecuencia, en un importante riesgo para el empleo. Nos jugamos el 10 % del PIB de nuestro país y más de dos millones de puestos de trabajo", ha apuntado. EFECOM