Madrid, 31 oct (EFE).- La CEOE ha convocado el próximo martes, 5 de noviembre, a su ejecutiva para abordar la última propuesta del Ministerio de Trabajo sobre la reducción de jornada, un encuentro en el que previsiblemente se materializará su rechazo al acuerdo tripartito.
Según confirman a EFE fuentes empresariales, tras reunir a su junta directiva y comité ejecutivo, la CEOE podría dar por cerrado ese rechazo a la reducción de la jornada máxima legal, desde las 40 hasta las 37,5 horas semanales, que ha ido reflejando al término de cada una de las trece reuniones mantenidas desde que comenzó el año.
El martes pasado, el Ministerio de Trabajo llevaba a cabo un último intento para atraer a los empresarios a un acuerdo, planteando ayudas directas de 6.000 euros para determinadas empresas, que se sumarían a bonificaciones y otros beneficios.
En concreto, Trabajo planteó ayudas directas de hasta 6.000 euros para hasta 470.000 empresas de menos de 5 trabajadores en los sectores del comercio, la hostelería, la peluquería, la limpieza y la agricultura, que conllevarían un coste de 350 millones de euros.
Estas ayudas se incorporarían al plan Pyme375, que contempla también bonificaciones de entre el 20 % y el 100 % para los nuevos empleos creados o para la transformación de contratados a tiempo parcial en completo como consecuencia de la reducción de jornada.
"El día 11 el Gobierno quiere un sí o un no", dijo el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, tras la última reunión del pasado martes.
Una declaración que fue vista como un "ultimátum" a ojos de la patronal, que siempre ha defendido que la reducción de jornada se deje en el ámbito de negociación de los convenios colectivos, sin llevar a cabo una reforma del Estatuto de los Trabajadores.
Los sindicatos consideran que esta mesa de diálogo social ha llegado a su fin y acusan a la patronal de haber alargado los plazos para retrasar la entrada en vigor de la reducción de jornada, que debía estar ya en las 38,5 horas en 2024.
Por eso, en octubre iniciaron una serie de movilizaciones, concentrándose incluso ante la sede de las patronales, para que "sientan la presión de los trabajadores", para pasar a reunirse ahora con todos los grupos parlamentarios con el objetivo de trasladarles el sentir de la calle.
CCOO y UGT quieren que los partidos sepan que "deberán retratarse" ante la ciudadanía durante el trámite parlamentario de la norma.
Mientras, la patronal confía en que la difícil composición del Parlamento impida que esta modificación del Estatuto de los Trabajadores vea la luz, gracias a la posible oposición de Junts y PNV, presionados por las patronales catalana y vasca. EFE