Ruth del Moral
Madrid, 31 oct (EFE).- Expertos educativos y sindicatos de docentes piden redefinir la figura del coordinador de bienestar, obligatoria en todos los centros escolares desde hace dos años para velar por la protección de los menores, y lamentan que no avance con resultados positivos.
Los datos de acoso escolar y los problemas de salud mental entre los alumnos siguen creciendo cada año pese a que todos los colegios e institutos ya contemplan un docente que se encarga de garantizar el bienestar de los menores.
Sin embargo, esta figura que la nueva ley de educación, LOMLOE, y la ley de protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI) contemplan como obligatoria está "estancada" a falta de recursos y de perfiles más especializados.
"Está funcionando a medias, los profesionales designados nos indican que están siendo insuficientes los recursos tanto personales como materiales y que el volumen de horas y personal que necesitan requiere de mucho trabajo. Se sienten desbordados", señala a EFE el secretario general del sindicato de centros concertados FSIE, Jesús Pueyo.
La mayoría de la comunidad educativa lamenta que no se haga un mapa de riesgos en cada centro, tal como recomendó el Ministerio de Educación "para determinar la carga de trabajo" que tendría cada coordinador o coordinadora de bienestar.
Y es que, aunque la figura ya está implantada en todas las comunidades autónomas, cada gobierno la ha regulado de forma desigual.
"Hay comunidades donde al coordinador se le han asignado horas para dedicarse a dicha función teniendo menos horas de clase, mientras que en otras no se ha facilitado ese horario específico", señala a EFE el presidente del sindicato independiente de docentes ANPE, Francisco Venzalá.
El presidente nacional de CSIF Educación, Mario Gutiérrez, también recuerda que en muchos casos se designa al coordinador siguiendo el criterio de la "voluntariedad" o "disponibilidad de horario".
"Si se quieren resolver los problemas educativos, debe haber más personal capacitado específicamente y reforzar los departamentos de Orientación", dice a EFE tras preguntarse cómo es posible que un profesor de instituto de 700 alumnos pueda hacer frente a esta labor dedicando solo un día a la semana y con una ratio en las aulas de hasta 30 alumnos: "No es viable".
El Ministerio de Educación recomienda que se forme al profesor con una serie de destrezas específicas para poder "enfrentarse a situaciones complejas", pero la realidad es bien distinta.
"La formación recibida, en el mejor de los casos, es de 20 horas y muy teórica. La práctica es cero", explica a EFE la responsable de incidencia política de la ONG Educo, Paula San Pedro, tras señalar que los propios coordinadores recurren a otros foros de conocimiento para informarse.
ANPE también reprocha que haya comunidades como Canarias donde se asigna un complemento económico a quien asuma dicha función y "en otras no tenga un reconocimiento ni económico ni administrativo".
"Se ha de asegurar una implementación lo más homogénea posible en todo el territorio", recalca el secretario general de FSIE que avisa de que "no vale capacitar a alguien con un curso. Se debería aumentar la presencia fija de psicólogos en todas la etapas educativas que puedan llevar a cabo estos programas de bienestar".
Educo incide en la necesidad de concienciar a la sociedad para reconocer que existe "violencia en los centros escolares" y que no se puede combatir "con respuestas genéricas": "No queda más remedio que poner dinero", incide su responsable.
Desde asociaciones de padres como CONCAPA se aboga por que los centros "creen espacios seguros donde el alumnado pueda sentirse libre en comentar comportamientos que ha percibido como violentos. Necesitamos que no sea únicamente el tutor el que dé la voz de alarma", señala a EFE su presidenta, Ángela Melero.
El Gobierno ha destinado en 2024 el 2 % de los fondos europeos dirigidos a Educación al bienestar emocional, lo que supone 5 millones de euros.
"Un paso positivo, que deberían complementar las comunidades autónomas, pero queda mucho recorrido por hacer", recalca Paula San Pedro desde Educo, mientras puntualiza que el acoso escolar tiene "un coste educativo".
"Un niño o niña que ha sufrido violencia sexual en la escuela tiene ocho veces más probabilidades de repetir curso", afirma tras abogar por diseñar las políticas con la participación de los alumnos, "que son los principales protagonistas".
Las funciones del coordinador de bienestar son las de promover planes de formación con alumnos, profesores y padres, coordinar con los servicios sociales competentes y fomentar entre el personal del centro y el alumnado métodos alternativos de resolución pacífica de conflictos, incluso fomentar una alimentación saludable en el centro. EFE
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