Madrid, 31 oct (EFE).- Las administraciones públicas, excluidas las locales, acumularon un déficit de 35.981 millones de euros en los ocho primeros meses del año, una cifra que es un 10,6 % superior a la del mismo periodo del pasado año y que equivale al 2,27 % del PIB.
De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria publicados este jueves por el Ministerio de Hacienda, este incremento del déficit público se produjo porque los gastos aumentaron más que los ingresos, presionados por partidas como intereses, salarios y consumos intermedios.
La totalidad del déficit público se concentró en la administración central, que registró un desfase de 36.686 millones, un 10,7 % más y un 2,31 % del PIB, debido al impacto de la liquidación del sistema de financiación autonómica y local de 2022, que ha sido positiva para las administraciones territoriales.
Este efecto ha tenido reflejo, en sentido contrario, en las cuentas de las comunidades autónomas, que lograron un superávit de 162 millones (0,01 % del PIB), frente al déficit del pasado año, tras la liquidación.
Solo cuatro comunidades autónomas cerraron agosto con déficit: Comunidad Valenciana (0,87 % del PIB), Murcia (0,76 %), Castilla-La Mancha (0,47 %) y Madrid (0,12 %).
Por lo que respecta a los fondos de la Seguridad Social, se anotaron un superávit de 543 millones, un 78,4 % inferior al de hace un año y equivalente al 0,03 % del PIB, debido al aumento de los gastos, sobre todo en salarios y pensiones.
Hacienda también ha avanzado los datos del Estado hasta septiembre, un periodo en el que incrementó su déficit un 31,6 %, hasta los 34.463 millones de euros, lo que equivale al 2,17 % del PIB.
Detrás de este repunte está la liquidación del sistema de financiación autonómica y local de 2022 (que ha tenido un impacto negativo en el déficit del Estado de 25.322 millones, 13.523 millones más que el pasado año), al que se ha sumado la actualización de las entregas a cuenta de 2024 (6.444 millones de impacto).
Estos factores afectan tanto a los ingresos como a los gastos y, así, entre enero y septiembre el Estado ingresó 205.460 millones, un 5,1 % más, la mayoría correspondientes a la recaudación tributaria -168.051 millones, un 4,6 % más-. En el mes de septiembre la recaudación bajó un 7 % precisamente por efecto de la liquidación.
La recaudación por IRPF en los nueve primeros meses del año bajó un 0,1 %, hasta los 41.843 millones, mientras que la de IVA aumentó un 6,2 %, hasta los 73.328 millones, y la del impuesto de sociedades, un 8,6 %, hasta los 23.602 millones.
Por lo que respecta a los gastos, crecieron un 8,3 %, hasta los 239.923 millones, debido principalmente a las mayores transferencias derivadas de la liquidación del sistema y al mayor gasto salarial tras el aumento de la remuneración de los empleados públicos, así como a los mayores costes por intereses de la deuda, que crecen un 14,4 %. EFE
(Infografía)