Una marcha silenciosa en Gijón reclama medidas contra la siniestralidad laboral

Centenares de manifestantes en Gijón exigen a empresas y administraciones un plan de choque para prevenir accidentes laborales, ante el incremento de la siniestralidad que ha dejado trece fallecidos en 2023

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Gijón, 30 oct (EFE).- Centenares de personas han marchado este miércoles en silencio por las calles de Gijón en la manifestación convocada por los sindicatos UGT y CCOO para exigir medidas contra los accidentes laborales que causaron en Asturias trece muertes en lo que va de este año.

Bajo el lema 'Ni una muerte más en el trabajo, prevención, seguridad, responsabilidad empresarial', los manifestantes han recorrido las calles del centro de la ciudad, entre la Plaza del Humedal y el Ayuntamiento.

Los secretarios generales de UGT y CCOO de Asturias, Javier Fernández Lanero y José Manuel Zapico, respectivamente, han responsabilizado a las empresas del elevado número de accidentes en el trabajo, que desde enero hasta octubre fueron un 23 %  más que en el mismo período del 2023, y han pedido un plan de choque para frenar la escalada.

Fernández Lanero ha lamentado que temas como la siniestralidad laboral y la violencia de género no formen parte de la agenda de la próxima Conferencia de Presidentes, y ha anunciado que los sindicatos continuarán con las manifestaciones para exigir que las administraciones refuercen las medidas de control de prevención y a las empresas que cumplan la ley.

El dirigente de la UGT ha destacado que existe competencia desleal entre las empresas que incumplen las leyes y las que las cumplen y ha acusado a los empresarios de hacerlas competitivas como en el siglo pasado.

Los accidentes laborales que se registraron este año “son del siglo pasado” y las patronales “están repitiendo discursos del siglo pasado” y no quieren “hablar de prevención y seguridad” en las mesas de concertación social, “solo hablan de absentismo y de que los trabajadores no quieren trabajar”, ha expresado.

Zapico, por su parte, ha afirmado que el elevado número de accidentes no obedece a “casualidades” o a “una mala racha”, sino al incumplimiento de las leyes y a la escasez de mecanismos de control.

“Una muerte en el trabajo que se puede evitar no es un accidente, es un homicidio”, ha apuntado.

Al mismo tiempo, ha considerado necesario y urgente el refuerzo del control de prevención por parte de las administraciones, porque en la actualidad hay solo un inspector por cada 10.000 trabajadores y 1.500 empresas, ha señalado. EFE

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(foto)

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