Barcelona, 30 oct (EFECOM).- Con una trayectoria de casi cinco décadas en el grupo La Caixa, Tomás Muniesa (Barcelona, 1952) asumirá el próximo mes de enero la presidencia de CaixaBank, cuando la entidad se dispone a abrir su nuevo ciclo estratégico 2025-2027.
Hombre de confianza de Isidro Fainé -presidente hasta 2016-, entró en el banco en 1976 y fue nombrado director general adjunto con cuarenta años. Desde entonces, ha escalado posiciones dentro de la entidad, en la que hasta ahora ocupaba la vicepresidencia, así como un puesto dominical en el consejo de administración en representación de la Fundación "la Caixa", que controla el 30 % del capital del banco.
Desempeña asimismo los cargos de vicepresidente de VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas, y su influencia en el mundo empresarial y financiero se extiende a otras posiciones, como la de miembro del patronato de ESADE Fundación y consejero de Allianz Portugal.
En 2011, asumió el cargo de director general del Grupo Asegurador y Gestión de Activos de CaixaBank, responsabilidad que mantuvo hasta noviembre de 2018. Durante ese período, también ejerció como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de VidaCaixa -desde 1997 hasta noviembre de 2018-, consolidando su reputación en el ámbito de los seguros y la gestión de activos.
Licenciado en Ciencias Empresariales y máster en Dirección de Empresas, ha ejercicio a lo largo de su carrera roles clave como la presidencia de MEFF (Sociedad Rectora de Productos Derivados) y Vicepresidente de BME (Bolsas y Mercados Españoles).
Ha sido también vicepresidente segundo de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), consejero y presidente de la Comisión de Auditoría del Consorcio de Compensación de Seguros, consejero de Vithas Sanidad y consejero suplente del Grupo Financiero Inbursa en México.
La llegada de Muniesa a la presidencia de CaixaBank cierra el ciclo que se abrió con la absorción de Bankia. José Ignacio Goirigolzarri, que ha presentado su renuncia ante el consejo de administración este miércoles como presidente ejecutivo, había asumido tras la fusión el rol que había ejercido en el banco madrileño desde 2012.
Coincidiendo con su relevo, CaixaBank prevé presentar el próximo 19 de noviembre su estrategia para los próximos tres años, que van a estar marcados previsiblemente por una relajación de la política monetaria del Banco Central Europea (BCE).
Los cambios en CaixaBank coinciden con un impulso por parte del BCE para promover una evolución en la estructura de gobernanza de los bancos de la eurozona.
Tras un periodo en el que el presidente de la entidad tenía funciones ejecutivas, aunque limitadas, CaixaBank regresará ahora a una estructura similar a la que mantuvo entre 2016 y 2021, con Jordi Gual al frente.
Cuando Muniesa asuma el cargo el próximo 1 de enero, no tendrá las atribuciones de auditoría, comunicación y relaciones institucionales que ostentaba el presidente ejecutivo hasta ahora, en línea con la guía que ha publicado recientemente el BCE.
En lugar de participar en la gestión diaria, el papel del presidente debe estar centrado en la supervisión de los equipos directivos y en asegurarse de que el banco está alineado con sus objetivos estratégicos, según el banco emisor.
En la eurozona, esta separación es común, pero España es una excepción en el contexto comunitario, y tanto CaixaBank, hasta ahora, como Santander y BBVA, tienen presidentes con responsabilidades ejecutivas. EFECOM