El 55,7% de los españoles cree que se ha ido "demasiado lejos" en el traspaso de competencias a las comunidades autónomas y consideran que España necesita un Gobierno central "más fuerte", según se desprende del estudio 'Ideología y polarización' realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Esta encuesta, publicada este miércoles por el instituto público que preside José Félix Tezanos, se basa en 3.928 entrevistas realizadas entre el 11 y 21 de octubre.
Según el sondeo, el 55,7% de las personas entrevistadas se muestran partidarias de un Gobierno central "más fuerte" en detrimento de las comunidades autónomas, frente a un 15,8% que está en desacuerdo con la afirmación de que el proceso de transferencias autonómicas "ha ido demasiado lejos".
En este contexto, el 38,9% de los encuestados se declaran a favor de quitar poder a las comunidades autónomas. En concreto, el 15,1% apuesta directamente por acabar con los gobiernos autonómicos y dejar sólo un Ejecutivo central, y el 23,8% se conformaría con mermar la autonomía de las comunidades.
Mientras que el 26,3% se decanta por dejar las cosas como están, hay un 18,5% que defiende ampliar la autonomía de las comunidades, y un 13,2% que quiere incluso reconocerles la posibilidad de que se conviertan en Estados independientes.
El CIS llevaba meses sin incluir en sus estudios las preguntas sobre el Estado autonómico que formaban parte de todos sus barómetros hasta la llegada de Tezanos a la presidencia del organismo.
Si se comparan los datos del estudio publicado este miércoles con los de junio de 2019 se aprecia un
El CIS también ha preguntado si la gente estaría dispuesta a vivir en un país "poco democrático" si eso le garantizase una "mejor calidad de vida", una posibilidad que rechaza de plano el 71,4% de la muestra, aunque hay un 26,8% que no lo vería mal.
Además, hay un 69% que está en contra de la tesis de que cambiar las cosas "puede generar más problemas que beneficios", una idea que, por contra, sí respalda uno de cada cuatro consultados.
La encuesta también pone de manifiesto que mayoritariamente los españoles no tienen inconveniente en tener como vecinos o compañeros de trabajo a votantes o militantes de partidos de ideologías distintas a la suya. En ambos casos, más del 90% de las personas entrevistas no ven ningún problema.
En el caso de que sean sus descendientes quienes se emparejen con alguien de otra ideología, pone pegas un 9,5%, frente al 88% que asegura que no lo llevaría mal.