El pleno del Parlament ha dado este martes luz verde, con los votos de PP y Vox, a la modificación del artículo 12 de la ley de protección animal para permitir la entrada de los menores a las corridas de toros si van acompañados de un adulto.
La Cámara ha aprobado así, con 33 votos a favor y 25 en contra, la iniciativa de Vox para acabar con la limitación que impuso el Pacte. La propuesta inicial de los de Santiago Abascal pasaba por eliminar sin matices la prohibición de acceso de los menores, aunque finalmente han aceptado la enmienda 'popular' que introduce el acompañamiento de un tutor mayor de edad.
La modificación legal ha salido adelante entre las críticas de la izquierda que, en palabras de la diputada del PSIB Irantzu Fernández, ha acusado al Govern de "hipotecar el bienestar y la salud mental de los menores" a cambio de lograr el apoyo de Vox a los Presupuestos autonómicos. "Esto es sólo lo que está por venir, porque habrá más techos de gasto y más presupuestos", ha vaticinado la parlamentaria del PSIB.
Fernández ha criticado el veto a la comparecencia de la directora de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA), porque a su juicio el PP y Vox sabían que se habría posicionado en contra por los efectos de la violencia sobre los menores. Para la socialista, la enmienda del PP es "una coartada" para aprobar los Presupuestos. "En Baleares no hay ni afición ni tradición", ha concluido.
La diputada de MÉS per Mallorca Marta Carrió ha criticado que el PP "con una mano firme el pacto de Unicef en defensa de los derechos de la infancia y con la otra mantiene el acuerdo con Vox".
La ecosoberanista ha rechazado los argumentos del PP en defensa de la libertad de los padres argumentando que "nadie aceptaría que un padre diera vino a su hijo porque es amante de las viñas, que le dejara fumar porque no cree en teorías que dicen que el tabaco es dañino, que le dejara jugar a las máquinas tragaperras o le permitiera consumir pornografía como la mejor manera de aprender educación sexual".
La portavoz de Unidas Podemos, Cristina Gómez, ha llamado la atención sobre la incoherencia que supone mantener las alertas de que los espectáculos hieren la sensibilidad y se siga defendiendo la presencia de menores. "Este es el peaje. El que paga manda", ha señalado Gómez, también referencia a los acuerdos entre PP y Vox para sacar adelante las cuentas autonómicas. "Cualquier persona que aprecia un animal no va a ver cómo lo matan. Es de Perogrullo", ha añadido.
Por parte de Més per Menorca, Joana Gomila ha lamentado que el PP da luz verde a "otra de las obsesiones de Vox", en este caso la tauromaquia. "Ahora que su pacto está roto, son libres de no hacerlo. Ay, no, que todavía les quedan los Presupuestos y ya saben cómo se las gastan", ha afirmado.
El diputado de Vox Sergio Rodríguez ha defendido que la izquierda no quiere llevar el debate al terreno de la cultura "porque lo tienen perdido" y se ha referido a las contribuciones de la tauromaquia al mundo del arte, la moda o la literatura.
Para Rodríguez, el debate sobre el acceso de los menores a los toros se resume que la tauromaquia es por ley patrimonio cultural de España. "Quieren negar a los menores el acceso a la cultura", ha añadido Rodríguez, que ha criticado que se reclame la presencia de la directora de la OBIA, cuando lo rechazaron para que se pronunciara sobre los casos de abusos sexuales a menores tuteladas.
"Si limitan la tauromaquia a la tortura de un animal es que no entienden nada", ha insistido.
El de Vox, además, ha rechazado los argumentos éticos de la oposiciónm "envuelta en el caso Errejón y en la trama Koldo".
La diputada del PP Cristina Gil ha ahondado en las contribuciones de la tauromaquia a la cultura y ha defendido que defender al toro bravo para por acudir a los espectáculos taurinos.
La 'popular' ha criticado que la izquierda se siga refiriendo a los menores como personas "inmaduras, sin criterio e incapaces de tomar decisiones". Gil ha argumentado que el menor es un sujeto activo y participativo y decidirá en su madurez. "Me extraña su postura. Les parece bien que tomen decisiones en materia de sexualidad y vida o para colgar su vida privada en redes sociales, pero no que puedan acudir a las corridas de toros", ha señalado.
Cristina Gil ha señalado que la desaparición de la tauromaquia supondría una triple pérdida ecológica, económica y cultural. "Que no se imponga, pero que tampoco se prohíba", ha concluido.