Almería, 29 oct (EFE).- Uno de los inesperados efectos secundarios de la granizada que este lunes por la noche azotó al municipio almeriense de El Ejido han sido las ingentes colas que se han formado horas después en los talleres de reparación de lunas de vehículos, debido a los daños sufridos por automóviles estacionados en la vía pública.
“A las diez y media de anoche comenzó una granizada espectacular. En 50 años no he visto jamás una granizada así, con granizos con un tamaño muy superior al de pelotas de golf. No estamos hablando de cientos, sino tal vez de miles de vehículos que fueron destrozados a la vez”, relata a EFE un comercial de Glassdrive El Ejido, Miguel Vera.
“Aquí tenemos lunetas técnicas, tenemos parabrisas… En cuanto terminó la granizada nos vinimos al taller para tenerlo preparado para esta mañana y hemos abierto a las ocho y media. A las seis estábamos preparando un contingente especial, porque hemos tenido que recurrir a compañeros de Almería, Roquetas de Mar (Almería), Motril (Granada), Málaga o Granada”, relata.
Asegura que ahora están “atendiendo de siete en siete” para poder efectuar los pedidos con la mayor celeridad posible y contar con los materiales para las reparaciones en un plazo máximo de 24 o 48 horas.
“Lo más importante es atender a los clientes, pedirles el material y utilizaremos otras naves para montar. Si normalmente había aquí cuatro compañeros montadores ahora tendremos 25, como mínimo, y veremos si harán falta más”, asevera.
“La gente se está portando excesivamente bien, está siendo súper paciente porque ha sido tan extraordinario, tan espectacular… No solo han sido coches, han sido muchas casas, paneles solares, claraboyas, a nosotros nos están llegando los vehículos, pero la gente, claro, está un poquito en estado de shock”, añade.
Mientras Vera realiza estas declaraciones, dos colas simultáneas se agolpan en las inmediaciones de Glassdrive y otro local contiguo de Carglass. Entre los propietarios de vehículos se encuentra, por ejemplo, Fernando, quien considera que “lo que ha pasado esta noche ha sido un desastre, por el hecho de que en un momento dado se pudo haber, digamos, entre comillas, haber evitado si el servicio meteorológico hubiera advertido con un poquito más de antelación”, dice.
“Por parte de mi familia y de la de mi mujer, hay daños muy cuantiosos, Lo que son los vehículos, todos los vehículos reventados. Estamos a la espera, a ver si nos pueden atender. Lo que son los invernaderos ha sido un desastre, han reventado un montón de invernaderos de la familia”, lamenta.
Joussef es otro de los ejidenses que espera a ser atendido: “Los dos cristales, de delante y de atrás, están destrozados”, lamenta, a la vez que señala hacia los múltiples bollos que presentan los coches a su alrededor.
No son los únicos que narran historias muy parecidas, ya que se han convertido en clientes de última hora de unos talleres que están haciendo su particular agosto cuando ya ha pasado el verano, y en pleno temporal de lluvia. FE
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